Por Daniel A. Vogel | DIRECTOR – A medida que pasan los años, uno va recordando los consejos que de joven le supieron dar, quienes eran los “circunstanciales mayores” que nos decían las cosas y que hoy, la experiencia de la vida los encasilla al recordarlos, como los que fueron nuestros maestros.
Yo recuerdo de uno de ellos que, me dijo ante una decisión que tenía que tomar a mis 19 años, me dijo: “Mirá, vos podés clavar un clavo en una madera, y también si te diste cuenta de que no lo querías ahí, lo podrás quitar con una buena tenaza, pero lo que no podrás es borrar, ni disimular, ni quitar jamás, el agujero que la clavadura hará y dejará en la virgen madera”.
Reconozco que pensé livianamente esa definición, buscando rápidamente en mi memoria la manera de “tapar el agujero” con distintos productos y/o procedimientos.
Y, con el correr de los años, sigo tratando 40 años después, de “tapar los agujeros que a veces dejamos en nuestro paso por la vida”
Se debate ya el aborto legal. Todo parece anticipar que NO SERÁ LEY (ver encuesta). Pero… en este tema se puede aplicar lo de mi maestro, pues con Ley o sin Ley ¿cómo sacamos el agujero?
AL QUE LE QUEPA EL SAYO…
