Al celebrarse el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, la situación local en cuanto al empleo no es nada positiva

Este lunes 3 de diciembre, se conmemorará un nuevo Día Internacional de las Personas con Discapacidad y las estadísticas oficiales dicen que el 13% de la población tiene alguna discapacidad y, de esta realidad el 75% de las personas con discapacidad no tiene empleo. Así la ciudad tiene casi 15 mil personas discapacitadas que no trabajan, de las cuales más de la mitad está en edad de plena actividad: no son niños ni ancianos.

En Argentina el 13% de la población tiene alguna discapacidad; es decir, poco más de 5 millones de personas, según datos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas del INDEC (2010). Dentro de este grupo, sólo un cuarto se desempeña en algún puesto laboral.

¿Los motivos?

En muchos casos, no buscan empleo por temor al rechazo, pero en otros, se debe a la falta de oportunidades. En muchos casos, no son seleccionadas por los prejuicios que aún persisten sobre su nivel de responsabilidad y capacidad para cumplir con las metas establecidas.

REALIDAD LOCAL

En Zárate recién ahora, se está empezando a contemplar la posibilidad de seleccionar personal con alguna discapacidad, experiencia que la Cooperativa COOPEFED Ltda. experimentó en el presente año, donde sólo Atucha y la CEZ, contaban con personal declarado en situación.

TOYOTA es ahora una empresa que está experimentando una apertura hacia la inclusión y otras se van con prudencia alineando tras la prédica de la Cooperativa de Trabajo Coopefed, compuesta en su totalidad por personas con capacidades diferente y que preside Daniel A. Vogel, quien asegura que “todas las personas tenemos una capacidad, esa potenciamos en COOPEFED y son varias las empresas de Zárate y Campana las que se alinean tras Toyota y Tenaris que posibilitarán adquirir los productos que un puñado importante de personas discapacitadas les están prontos a proveer”.

Acá -agrega Vogel- potenciamos la capacidad, generamos nuestra propia mano de obra, sin mirar que la inclusión y la Ley que contempla el famoso 4% todavía está muy lejos de ser siquiera, considerada”.

Estamos terminando nuestra inscripción y pronto cerca de medio centenar de personas con CUD podrán trabajar dignamente, aun-que faltan muchas iniciativas para paliar con justicia la demanda que un discapacitado tiene y espera para poder trabajar” -expresó.


Por ser una de las poblaciones vulnerables más numerosas, “resulta imperiosa la necesidad de seguir avanzando en nuevas iniciativas que permitan visibilizar los números que arrojan las estadísticas”, destacan desde el área de Diversidad e Inclusión Laboral del Servicio de Empleo AMIA, que este año logró cubrir 14 vacantes en distintas empresas privadas. “Con el tiempo va creciendo la cultura de la inclusión, las empresas van comprendiendo que integrar es potenciar”, -agregaron.


 

De todas formas las empresas continúan reacias a este cambio, en su mayoría por falta de información, por no saber cómo adaptar físicamente la oficina, y por los estereotipos que aún marcan que una persona con discapacidad suele ser irresponsable, poco profesional y que no logrará cumplir con su tarea.

Según un informe de ADECCO Argentina (2017), sólo 4 de cada 10 empresas argentinas cuentan con programas de inclusión para personas con discapacidad.

Derribando mitos

Al incorporar a una persona con discapacidad, los beneficios van más allá de la cuestión impositiva, ya que al contratar a un empleado con Certificado Único de Discapacidad (CUD) en la Argentina y, al aplicar todos los beneficios impositivos vi-gentes, el costo laboral para la empresa es cero.

Por otro lado, tienen una valoración positiva. La experiencia indica que son trabajadores leales y estables, con baja tasa de rotación, ausentismo y accidentabilidad.


Además, promueve sentimientos de orgullo en el equipo, mejora el clima organizacional e incluso aumenta la productividad general. La actitud de las personas con discapacidad fomenta el esfuerzo, la solidaridad, el trabajo en equipo, y ayuda a derribar estereotipos.

Los derechos y obligaciones de las partes son las mismas que en toda relación laboral en materia de horarios, asistencia, cumplimiento de normas, pautas de seguridad e higiene, remuneración, etc.


 

Con el objetivo de sensibilizar a la sociedad en general, y a las empresas en particular, sobre la importancia de incluir laboralmente a personas con discapacidad, el Servicio de Empleo de AMIA presentó un video que ayuda a promover la igualdad de oportunidades.