El barrio que alojó a famosos habitantes, desde Juan Manuel Rosas hasta el Papa Francisco, festejó ayer 212 años.
Famoso por sus quintas enormes usadas especialmente en verano pero sobre todo por los nombres de sus dueños: Juan Manuel de Rosas, su yerno Máximo Terrero y Justo José de Urquiza, entre otros, el barrio de Flores está lleno de historia y cultura.
Para festejarlo, el periodista Roberto D’Anna junto a la Comuna 7, presentaron “Flores, la muestra histórica”, un recorrido barrial con gigantografías, fotografías y diversas explicaciones de cómo se fue transformando. Sus calles, esquinas y los tradicionales lugares y personajes que fueron dejando sus huellas en el tradicional barrio.
“Es muy importante difundir a los vecinos la historia, cuidar nuestra identidad, lo que nos arraiga a lo largo de los años y entre todas estas cosas está la labor de Roberto D’Anna, al cual apoyamos con esta muestra”, dijo Guillermo Peña, el presidente de la Comuna.
El 15 de septiembre de 2000, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sancionó la ley 408 que instituyó el 31 de mayo como el “Día del Barrio de Flores”. La fecha elegida se debe a que el 31 de mayo de 1806 se ordenó levantar una capilla dedicada al patrono San José, aprobada por el Virrey Sobremonte. De allí, además, se desprende la primera parte del nombre del barrio que es compuesto: San José de Flores.
Flores posee casas de una o dos plantas, con fachadas de diferentes estilos, como “art decó”, “art nouveau” y “academicismo”, algunas típicas neocoloniales, etc. que recuerdan el pasado glorioso y rico del barrio. También conviven con torres de departamentos de todo tipo. Es un barrio lleno de sol y de luces, con mucho movimiento de gente y mucha vida.
En cuanto a sus vecinos célebres, Roberto Arlt fue uno de ellos: dicen que escribió sus novelas “El juguete rabioso” y “Los siete locos” en el Café de las Orquídeas (Artigas y Yerbal). Y en la conocida confitería La Perla de Flores otro vecino, Julio Cortázar, escribió el cuento “Lugar llamado Kindberg”. También vivían en Flores César Aira, el compositor de tangos Juan José Guichandut, Alfonsina Storni y Alejandro Dolina, que hace una profunda descripción del barrio en su libro “Crónicas del Ángel Gris”. También el payador Gavino Ezeiza y el poeta Baldomero Fernández Moreno.