Año tras año y por todo tipo de actividades que realiza el hombre, talar árboles nos está matando lentamente

Cada año se destruyen alrededor de 150.000 km cuadrados de bosque, o lo que es lo mismo, 190 veces la ciudad de Nueva York. Al día de hoy, ya se han talado el 50% de los bosques del planeta Tierra y tal deforestación es muy grave, atenta contra la vida de otras especies vegetales, animales y al propio ser humano al generar un desequilibrio climático.

¿Cuántos árboles quedan? ¿Cuáles son las causas de la deforestación? ¿Por qué se debe frenar la tala de árboles indiscriminada? ¿Qué soluciones están sobre la mesa actualmente? Y lo más importante: ¿qué soluciones se deberían adoptar y no se están aplicando por cuestiones geopolíticas o económicas?

Ya se ha talado la mitad de todos los árboles del planeta

Desde el inicio de la civilización se ha perdido la mitad de los árboles que lo habitaban. Pero la deforestación global se ha acelerado en las últimas décadas hasta el punto que pone en peligro la propia existencia humana y la del planeta.


La revista Nature publicó en 2015 un estudio que aportaba el cálculo más preciso hasta el momento. El estudio cuantificó que había 3 billones de árboles, a razón de 422 por persona.


 

Según el estudio mencionado, la distribución de los árboles sobre el planeta no es igual. En los extremos encontramos a países como Bolivia que cuenta con 5000 árboles por persona y en el otro, a Israel donde sólo tocan dos.

Con toda esta información, ¿por qué se siguen talando árboles?

Es complejo dar una respuesta, ya que los argumentos son varios, especialmente de índole económico y social. Lamentablemente la tala de árboles, en algunos países se vuelve indiscriminada y en el peor de los casos, no es legal.

Tras la destrucción masiva de bosque se encuentran la explotación maderera, la agricultura y la ganadería.


En muchos casos se aprovecha la madera de los árboles nativos y en otros son talados para sustituirlos por otras especies. En cualquier caso los bosques acaban convertidos en grandes campos de cultivo o de alimento para el ganado.


 

El impacto más dramático de la disminución de la masa forestal es la pérdida del hábitat de millones de especies, no sólo animales, sino vegetales. El 70% de los animales y plantas del planeta viven en entornos boscosos. Muchos no pueden sobrevivir la deforestación que destruye su medio ambiente.

A nivel local tiene más consecuencias: el aumento de plagas, la disminución en la polinización de cultivos, la erosión de los suelos y la falta de agua.

Pero si nos fijamos en la globalidad del planeta la deforestación tiene un efecto negativo que nos afecta a todos: el cambio climático. Este es un círculo vicioso que se debe frenar.

Fuente: Ecoportal