El aprendizaje a través del juego es un concepto esencial de los programas de educación destinados a la primera infancia. Por sus beneficios y ante la situación de confinamiento que estamos atravesando, esta noción puede resultar hoy útil a los padres para compartir actividades lúdicas con sus hijos desde un enfoque diferente.
“La extensión de la cuarentena nos obliga a todos a seguir siendo creativos dentro de nuestras casas. Las familias con hijos en edad temprana, de 2 a 5 años, pueden tener en cuenta algunas estrategias simples pero efectivas que ayudan a fortalecer vínculos, generar conductas positivas y estimular el desarrollo de los niños”, asegura Corina Lang, coordinadora del área de Infancia de AMIA.
Desde este sector, la institución lleva adelante el programa “HIPPY – Aprendiendo en Casa”, una iniciativa que, entre otros objetivos, se propone convertir al hogar en un espacio de aprendizaje constructivo mediante el juego, para que los niños puedan estar preparados para adaptarse a las primeras experiencias escolares.
El programa, que se realiza principalmente con familias en situación de vulnerabilidad social, parte del entendimiento de que los padres son los primeros maestros de sus hijos, y los más importantes. Por eso, mediante la participación de equipos de tutores, se les brinda herramientas y las habilidades necesarias para involucrarse en esta tarea.
En palabras de la coordinadora del programa, Laura Guardia Mayer, “vincularse a través del juego genera que en la relación filio-parental surjan valores relacionados con la confianza, la autoestima y la seguridad que son muy importantes para el desarrollo de los niños”.
Inspirado en los objetivos del programa “HIPPY – Aprendiendo en casa”, y en el marco del Día Internacional de la Infancia, que se celebra cada 1° de junio, el área de Infancia de AMIA elaboró una guía con consejos para que las familias pueden aplicar en el hogar y valorar la importancia de los juegos compartidos.
- Establecer un tiempo para jugar: Dedicar 20 a 30 minutos diarios de manera regular contribuye a estimular capacidades por medio del juego-aprendizaje. Se aconseja usar materiales educativos, libros de cuentos y juguetes de acuerdo con la edad y el nivel de desarrollo de cada niño.
- Sostener la actividad en el tiempo: Mantener rutinas inculca en los chicos un sentido del orden que es importante para adquirir hábitos saludables y poder ejercitarlos de manera constante. Esto les brinda un marco en el que se sienten seguros para explorar y adquirir nuevas destrezas y conocimientos.
- Apreciar el momento: Todas las familias están atravesando situaciones complejas ante el fuerte impacto de la pandemia en distintos órdenes de la vida. Es importante que los padres sepan que el esfuerzo que están realizando para dedicar tiempo a sus hijos tiene un valor inmenso. Poder encontrar oportunidades en medio de la vorágine para desarrollar la imaginación de los chicos y estar en el momento presente es un gran logro que merece ser apreciado.
- Estar atentos al lenguaje verbal y corporal: Durante el juego, las palabras tienen mucha importancia. Las frases positivas aportan confianza y motivación. Felicitar, alentar, mostrar orgullo es esencial para un vínculo de afecto y creación. La postura corporal también comunica. El lenguaje de las caricias, las miradas y los abrazos son un aspecto esencial en la calidad del desarrollo psico-emocional de los niños.
- Priorizar el proceso en lugar de los resultados: En el desarrollo socio cognitivo mediante el juego importa el proceso. Es importante que los padres no estén pendientes de un resultado esperado ni anticipen respuestas. Acompañar en el mientras tanto, en el cómo se hacen las cosas, es útil para enseñar a los niños a lidiar con obstáculos e imprevistos.
- Dar el ejemplo: Los hijos aprenden de lo que ven. Mostrar curiosidad, dedicar tiempo a una actividad compartida sin mirar el teléfono o distraerse con la televisión, son formas no sólo de dar el ejemplo sino de promover el desarrollo de la atención y la concentración en los chicos.
- Dejar espacio a la creatividad: Los expertos dicen que jugar es una de las maneras favoritas del cerebro para aprender. El juego también puede dejar lugar a lo imprevisto para que padres e hijos se vinculen también con la espontaneidad, los momentos de creación, y descubran nuevos talentos y habilidades.
- Incorporar la lectura como hábito cotidiano: Encontrar momentos para sentarse juntos a leer, comentar dibujos de las páginas de los libros, realizar preguntas sobre el contenido, imaginar más sobre la vida de los personajes, es esencial para promover el uso de palabras nuevas y promover la curiosidad.
- Recurrir a canciones: Además de adivinanzas, juegos de memoria visual y cuentos, las canciones son un recurso esencial para que los niños puedan sumar habilidades de expresión. En este punto, es importante la repetición, un proceso natural que está en todos nosotros, y que es fundamental para memorizar.
- Buscar información y recursos: Los beneficios del aprendizaje basado en el juego han sido demostrados por numerosas investigaciones. Muchas lecturas de fácil acceso pueden ayudar a tener presente cómo los niños adquieren conocimientos y competencias gracias a experiencias lúdicas que tienen lugar en el entorno familiar.