Se trata de un nuevo medicamento que actúa sobre los popularmente conocidos fibromas, lo que permite realizar una cirugía más sencilla o directamente evitarla y disminuir el volumen de sangrado muy rápidamente.
La agencia reguladora Anmat aprobó un nuevo medicamento que reduce hasta un 80% el tamaño de los tumores de útero más frecuentes, llamados “miomas” y conocidos popularmente como “fibromas”, lo que permite “realizar una cirugía más sencilla o directamente evitarla”, afirmó el ginecólogo Silvio Tatti, quien estimó que dos millones de argentinas lo padecen.
Se trata del “ulipristal”, un medicamento que “representa un avance muy importante con respecto a las terapias disponibles, ya que desde hacía 22 años no había novedades contra los miomas”, dijo Tatti, quien es además jefe del Servicio de Ginecología del Hospital de Clínicas José de San Martín.
Los fibromas pueden ser asintomáticos o producir síntomas que en algunos casos son tan severos que comprometen la calidad de vida, como sangrado menstrual abundante -que puede generar anemia-, síntomas por compresión de vejiga o intestinal, como deseos de orinar frecuentemente, molestias intestinales y dolor al mantener relaciones sexuales, así como problemas de fertilidad.
En los pacientes que no presentan síntomas, por lo general, se llega al diagnóstico en forma casual, por ejemplo al realizarse una ecografía de rutina.
Según datos oficiales, en la población general aparecen en una de cada cuatro mujeres en edad reproductiva, mientras que una de cada dos mujeres de más de 40 años y cuatro de cada 10 de entre 30 y 40 años los padecen.
Tatti, quien también es profesor titular de Ginecología de la Facultad de Medicina de la UBA, apuntó que “el mioma uterino es un tumor benigno hormono-dependiente de causa desconocida, aunque se sabe que tiene un importante componente hereditario”.
“Ya existían medicamentos como los anticonceptivos hormonales, que mejoraban el sangrado abundante durante la menstruación, aunque no siempre, y otras drogas que disminuían el tamaño de los miomas, pero provocaban efectos secundarios semejantes a los que genera la menopausia, como sofocos de calor y osteoporosis”, detalló.
La especialista en ginecología y obstetricia Mónica Ñañez agregó que “según cada caso en particular, en donde influye la sintomatología, la edad de la paciente y si en el futuro querrá embarazarse o no, la otra línea de tratamiento disponible es la cirugía en sus diferentes modalidades”.
“El gran beneficio del ulipristal es que disminuye el volumen de sangrado muy rápidamente, en tan solo siete días, y en paralelo logra reducir sustancialmente el tamaño del mioma, lo que nos permite recuperar el cuadro de anemia de la paciente y luego operar, sin urgencia, con una cirugía mucho más leve”, agregó la también jefa del Departamento de Climaterio del Hospital Universitario de Maternidad y Neonatología cordobés.