BBVA, MIT e IBM coinciden en un informe en la necesidad de perfeccionar el potencial y la calidad de los créditos de compensación de emisiones de CO2. En concreto, señalan que la medición y la evaluación suponen “un reto importante” para la eficacia global de estos mercados.
BBVA se ha sumado a IBM Research y al Consorcio por el Clima y la Sostenibilidad del Massachusetts Institute of Technology (MIT Climate and Sustainability Consortium o MCSC, por sus siglas en inglés) para la publicación del informe ‘Créditos de carbono y credibilidad: propuestas de mejora’, donde se analizan los grandes retos de este instrumento que se considera imprescindible en un escenario de descarbonización.
Según las conclusiones del informe, resulta evidente que entidades privadas e instituciones científicas necesitan trabajar juntas. De esta manera pueden identificar soluciones que fortalezcan los mercados voluntarios de carbono. Estas deben ser a la vez rigurosas y fiables, escalables y de alto impacto, así como prácticas y tan fáciles de implementar como sea posible. La necesidad de la estandarización en la documentación y los procesos es otra de las claves, según recoge dicho informe.
El informe advierte sobre la necesidad de mejorar la credibilidad y trazabilidad del carbono capturado y vendido por créditos, de forma medible, fiable y segura.
A pesar del enorme potencial de los Mercados Voluntarios de Carbono, uno de los desafíos “es la incertidumbre relacionada con las mediciones y la evaluación del impacto de un proyecto de captura de carbono”. Así lo destaca el estudio, “que debe abordarse urgentemente con nuevos enfoques científicos y económicos rigurosos”.
“Si evaluamos el número de empresas que se están comprometiendo con las cero emisiones en todo el mundo y las importantes barreras tecnológicas y financieras que aún existen para alcanzar estos compromisos, los mercados de carbono tendrán necesariamente que escalar para que los créditos de carbono ayuden a salvar la brecha”, ha señalado Beatriz Roa, responsable de Alineamiento para las Cero Emisiones de BBVA.
El papel de los Mercados Voluntarios de Carbono
“Los mercados de carbono permiten la comercialización de las toneladas de CO₂ entre distintos agentes del mercado, por un lado, los desarrolladores de proyectos que se centran en capturar el CO₂ de la atmósfera. Por otro lado, los emisores de CO₂ que buscan mitigar su impacto en el medioambiente, por lo que contribuyen al establecimiento de un precio para las emisiones”. Así lo explica Beatriz Roa Tejero, responsable de Alineamiento para las cero emisiones de BBVA.
Aquellas empresas que se ven incapaces de alcanzar la neutralidad de sus emisiones pueden adquirir estos créditos de carbono. De esta forma, junto con sus esfuerzos de reducción, pueden compensar las emisiones que generan. El mecanismo del mercado permite dinamizar los intercambios fijando precios regionales, globales o para determinados tipos de crédito de acuerdo a su calidad (certeza en la fijación de carbono).
Como señala Beatriz Roa, “poner un precio a las emisiones es crítico dado que incentiva a las compañias a afrontar su huella de carbono en términos más comparables y comerciales que las toneladas de CO2”.
“Poseer un crédito de CO2 significa ser responsable de ese activo”, sintetiza Roberto Rigobon, economista de la MIT Sloan School of Management, la escuela de negocios del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Este explica que “si el crédito elimina más carbono del previsto, el propietario recoge el beneficio”. Por contra, “si el crédito no rinde lo suficiente, el propietario es responsable de la pérdida”.
Compradores de créditos de carbono e intermediarios empiezan a exigir una calidad mínima. Según un informe de Bloomberg New Energy de este año, “las empresas compraron y retiraron 155 millones de compensaciones de carbono en 2022. El año anterior fueron 161 millones.
IA y tecnología satelital, grandes aliados
Las nuevas tecnologías son una de las claves en estos mercados. En el informe se señala la importancia del uso de inteligencia artificial tanto para estimar con más precisión el carbono capturado, como para realizar un seguimiento continuo de los cambios a lo largo del tiempo en el área de captura de carbono. Por ejemplo, en un bosque.
“Sobre la base de décadas de avances tecnológicos y mediciones frecuentes, continuas y fiables, los datos satelitales son hoy un aliado importante para la transparencia de los métodos MRV (medición, reporte y verificación) que se aplicarán a los mercados de compensación de carbono”, comenta Ademir Ferreira, del grupo de Ciencia y Tecnología Industrial de IBM Research.
Lo ideal es que, en el futuro, “los datos geoespaciales se integren cada vez más en la infraestructura del mercado de carbono”, una estrategia que conectará los créditos de carbono con las evaluaciones geoespaciales del secuestro de carbono “para permitir que entidades públicas y privadas tomen decisiones válidas en materia de descarbonización a medida que respondemos colectivamente al cambio climático”, se argumenta en el estudio.
Proyectos en Colombia y en Uruguay
En 2022, BBVA propuso el estudio de dos iniciativas institucionales de compensación de emisiones de carbono mediante forestación (plantar árboles en terrenos que no han estado históricamente cubiertos de bosques). Uno en Colombia y otro en Uruguay. El objetivo ha sido analizar los factores que influyen en la calidad de los dos proyectos de compensación de carbono. “Estos proyectos son ejemplos útiles de la necesidad de encontrar variables que puedan ayudar a evaluar de forma transparente la acumulación de carbono en los árboles año tras año”, asegura el informe.
Por un lado, IBM Research usó modelos geoespaciales (satélites) para medir la captura de carbono de esos bosques usando también datos locales, llegando a conclusiones como que determinadas prácticas de cuidado de los árboles o uso de fertilizantes daban lugar a un crecimiento más rápido de la masa vegetal, y mayor fijación de carbono. Estas imágenes señalaron en qué áreas las estrategias fueron más efectivas, y en cuales necesitan ser mejoradas.
Las observaciones por teledetección unidas a la inteligencia artificial tienen el potencial de informar mejor a intermediarios y compradores sobre la calidad de un proyecto de créditos de carbono. Además, el seguimiento de la salud y el crecimiento de la vegetación permite conocer los avances hacia la consecución del objetivo declarado en materia de biodiversidad.
“Nuestro informe subraya el valor de trabajar con distintos agentes del mercado: IBM como proveedor de tecnología, BBVA como participante en el mercado y MIT como investigador.