Puede ser una caminata, hacer deporte, sentarse en una plaza o simplemente dar una paseo por una área agreste. La lista de beneficios es inmensa.
Muchas investigaciones indican que escapar a una plaza del barrio, hacer caminatas por el campo o las sierras o junto al mar, o pasar un fin de semana frente a un lago puede atenuar los niveles de estrés de las personas, disminuir la presión sanguínea y reducir el riesgo de padecer asma, alergias, diabetes y enfermedades cardiovasculares, además de que mejora la salud mental y aumenta la expectativa de vida.
Los médicos en todo el mundo han comenzado a prescribir tiempo al aire libre como una manera de mejorar la salud de sus pacientes.
¿Cuánto contacto con la naturaleza es suficiente?
De acuerdo con un artículo publicado en junio por la revista Scientific Reports, la respuesta es alrededor de 120 minutos a la semana.
El estudio analizó datos de casi 20.000 personas en Inglaterra que participaron en una encuesta llamada Monitor of Engagement with the Natural Environment Survey entre 2014 y 2016, en la cual se les pidió que registraran sus actividades de la semana anterior.
La encuesta reveló que las personas que habían pasado 2 horas o más en la naturaleza la semana previa a la encuesta informaron tener mejor salud y una mayor sensación de bienestar que las personas que no habían salido en absoluto.
“Lo que de verdad nos sorprendió fue que esto resultó ser cierto en todos los grupos de personas”, dijo Matthew P. White, psicólogo ambiental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter, quien dirigió el estudio.
El estudio más reciente es un paso clave hacia el desarrollo de lineamientos concretos para las prescripciones médicas de tiempo en la naturaleza, similares a los lineamientos de ejercicio semanal.
Fuente: Clarín