ASÍ NO…

Por Eduardo Rivas – No son muchos los recuerdos que tengo de cuando estudiaba, pero los pocos que tengo los tengo muy presentes. Uno de ellos fue en una de las primeras clases de Sociedad y Estado en la que la profesora Graciela Álvarez Natale consultó quiénes de los presentes era apolítico. De un curso de más de setenta alumnos solo nos quedamos tres con la mano sin alzar, y fue entonces cuando nos explicó que se puede ser apartidario, porque las ideas que uno tiene no se referencian en ninguna formación política, pero no apolítico, puesto que todo nuestro accionar como sujetos sociales es político, y sobran ejemplos que así lo demuestra. Cuando uno decide comprar en el negocio del barrio en desmedro de los comercios de grandes superficies, privilegia la cercanía o el dar una mano al vecino, por ejemplo, en lugar de los mejores precios que suelen tener los grandes comercios por su modelo de comercialización.

Por eso siempre que alguien menciona que es apolítico suelo traer a la memoria aquella clase y, con palabras similares, explicar que uno puede ser apartidario, pero no apolítico. Al fin de cuentas, como dice el Raly, ‘política hacemos todos al caminar’ (https://www.youtube.com/watch?v=FIqvjBGW8bE).

Toda esta introducción sirve para dejar en claro que todo accionar trae aparejadas consecuencias políticas y eso no nos tiene que sorprender ni asustar, nuestro propio accionar también las trae, la cuestión es qué se hace con ellas.

Lo que sí debiera indignarnos es cuando hay una utilización partidaria de lo que debiera ser de todos. Cuando se pretende sacar rédito particular de algo comunitario.

La campaña de vacunación que ha encarado el Gobierno es un claro acto político, y obvio decirlo, trae consigo consecuencias políticas. Eso es evidente. No es lo mismo estar vacunando que no haber comprado vacunas. No es lo mismo acordar con la Federación Rusa que con Pfizer. No es lo mismo cumplir con la palabra que hacer anuncios infundados. Todo es político, todo genera efectos políticos.

Así entonces, el haber dispuesto en la Provincia de Buenos Aires de una página web donde cada habitante puede inscribirse para recibir la vacuna, es parte de una política de transparencia e igualdad que pretende implementar la Administración Kicillof, que no se sostiene en el tiempo puesto que hay numerosas excepciones y el propio Gobernador es una de ellas, pero tiene como norte evitar que se crea que hay privilegios y privilegiados.

Ahora bien, ¿Qué ocurre cuando hay una utilización partidaria de un hecho político? Se desvirtúa la acción encarada, pierde seriedad, pierde entidad.

Como si fuera un revival de más de diez años atrás (https://www.lavoz.com.ar/noticias/politica/campora-se-enojaron-cuando-le-preguntaron-que-reparten-ayuda-plata) se pretende embanderar una acción, supuestamente desinteresada y en favor de todos, bajo la insignia de algunos.

En esta oportunidad, y una vez más, militantes peronistas buscan llevar para su propio beneficio lo que es de todos. Ayer en la sede ‘La 20 de Noviembre’, la agrupación que se referencia en el liderazgo del Ministro de Seguridad Sergio Berni, se inscribió a vecinos que querían tomar parte del Plan de Vacunación lanzado por el gobierno provincial.

Así no.

Esto es lo que no se debe hacer.

No se debe avanzar en accionares sesgados que excluyan a parte de la sociedad.

Hay numerosas instalaciones municipales y provinciales que podrían utilizarse para realizar la inscripción voluntaria a recibir la vacuna, sin identificaciones partidarias, en la cuales los vecinos podrían inscribirse, porque a menos que el Plan de marras sea organizado o instrumentado de manera partidaria, no debe ser un partido ni una parte de él, quien asuma la responsabilidad del Estado.

¿Quieren utilizar locaciones municipales?, abran el Centro Cultural Tito Alberti. Inscriban en el Museo Jovita. Sólo por dar dos ejemplos.

¿Quieren utilizar locaciones provinciales?, abran escuelas.

Algo similar se avecina con el plan de vacunación en sí mismo. Según anunció el Municipio se prevé vacunar en la sede del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA). ¿Por qué en los otros sindicatos de docentes no? ¿Por qué no se utilizan otros edificios sindicales como el de Químicos o del Papel aprovechando su arraigo barrial?

La Campaña de Vacunación es un enorme acto político que no debe ser utilizado por mezquindades partidarias.

Dada la nula difusión que al respecto hizo y hace el Municipio y conociendo las discrepancias políticas existentes al seno del Frente de Todos entre los miembros de ‘La 20 de Noviembre’ con el resto de los integrantes del mismo, imaginamos que la decisión de inscribir vecinos en su sede no fue dispuesta por la Secretaría de Salud local. ¿Qué tiene para decir al respecto Marcelo Schiavoni? ¿Y Osvaldo Cáffaro?

O siguiendo el viejo refrán de ‘si no puedes con ellos, úneteles’.

¿La semana que viene veremos el centro de inscripción en el local de Nuevo Zárate?