Bajo la mirada puesta en La Depresión, se celebró ayer el Día Mundial de la Salud 2017

El Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril de cada año para conmemorar el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud, nos ofrece una oportunidad única para movilizar la acción en torno a un tema de salud específico que preocupe a las personas de todo el mundo.

omsEl tema – dijo la OMS- de nuestra campaña para el Día Mundial de la Salud de 2017 es la depresión.

La depresión afecta a personas de todas las edades y condiciones sociales y de todos los países. Provoca angustia mental y afecta a la capacidad de las personas para llevar a cabo incluso las tareas cotidianas más simples, lo que tiene en ocasiones efectos nefastos sobre las relaciones con la familia y los amigos y sobre la capacidad de ganarse la vida. En el peor de los casos, la depresión puede provocar el suicidio, que actualmente es la segunda causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años de edad.

No obstante, la depresión se puede prevenir y tratar. Una mejor comprensión de qué es la depresión y de cómo puede prevenirse y tratarse contribuirá a reducir la estigmatización asociada a la enfermedad y conllevará un aumento del número de personas que piden ayuda.

“La depresión, es una de las principales causas de los problemas de salud”

salud1Así lo afirmó Gabriel Chagra Dib, presidente del COSSPRA, considerando que este año la depresión es un eje de trabajo a nivel mundial, ya que afecta a más de 300 millones de personas.

La depresión es un desorden mental común que afecta a personas de todas las edades y condiciones. La pobreza, el desempleo, situaciones de estrés, la muerte de una persona querida, enfermedades físicas y problemas vinculados al consumo de alcohol y/o drogas aumentan las posibilidades de generar esta enfermedad.

“Desde COSSPRA venimos trabajando en la prevención como pilar fundamental para el cuidado de la salud. Para ello, es necesario que los profesionales se capaciten continuamente, que los servicios sean de calidad y que nuestros más de 7 millones de afiliados cuenten con la información y el apoyo necesarios”, afirmó el presidente del Consejo. “Existen tratamientos eficaces para la depresión”, dijo, “por ello es vital realizar un buen diagnóstico”.

La depresión no tratada puede afectar el desempeño laboral, la vida familiar y la inserción social. El acceso al tratamiento adecuado contribuirá a garantizar una vida saludable y productiva.

“Debemos trabajar sobre esta patología porque los prejuicios y la falta de información profundizan la enfermedad. Las personas suelen tener dudas al hablar de cómo se sienten, por temor  a ser estigmatizadas. Por eso es importante dialogar con nuestros amigos y familiares, y consultar con profesionales de la salud”, dijo Chagra Dib.

Por otra parte, la depresión está vinculada directamente con otras enfermedades médicas. Estudios del CONICET demuestran que en enfermos oncológicos la prevalencia es del 40%, y disminuye en otro tipo de patologías como las hematológicas y pulmonares, a un 20% aproximado.

Aunque se desconocen los porqué de esta asociación -entre depresión y enfermedades médicas-, se ha comprobado que esta relación aumenta el tiempo de hospitalización, conlleva una menor adherencia a los tratamientos, amplifica la percepción de los síntomas físicos, y provoca un incremento en el uso de los sistemas de salud.

Las estadísticas mundiales han evidenciado que a la par del aumento de esta enfermedad, existe una baja en las edades afligidas. Cada vez más jóvenes se ven afectados por la depresión.

¿Qué es la depresión?

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud,  es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente, acompañada por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas.

Las personas con depresión suelen presentar varios de los siguientes síntomas: pérdida de energía; cambios en el apetito; necesidad de dormir más o menos de lo normal; ansiedad; disminución de la concentración; indecisión; inquietud; sentimiento de inutilidad, culpabilidad o desesperanza; y pensamientos de autolesión o suicidio.