Por Eduardo Rivas – Cuando tiempo atrás comencé a escribir y publicar opiniones sobre la realidad zarateña Daniel Vogel fue el primero, y casi el único, que me dio un lugar para compartir mis ideas, fue en el viejo Diario El Debate en papel.
También compartimos una columna semanal radial cuando Daniel tenía un programa diario en la Radio El Debate.
Durante mucho tiempo Daniel me animó a escribir y a expresar mis opiniones sin miedo ni objeciones. Nunca tuvimos problema alguno y la libertad con la que escribía fue absoluta, con coincidencias y diferencias.
Gracias por tanto Daniel.
Con la llegada al gobierno de Marcelo Matzkin la relación no cambió, pero era evidente que no pensábamos lo mismo, y su designación como funcionario municipal era algo que incomodaba, algo que me incomodaba personalmente, no quería que llegara el momento en que me pidiera que sobre algo o alguien no escribiera, le sugerí dejar de publicar mis artículos.
No estuvo de acuerdo y me sugirió que, dado que a su juicio solo escribía sobre lo malo del gobierno local, procurara ver lo bueno.
Como estoy convencido que lo malo que ocurre en Zárate en términos gubernamentales es abrumadoramente mayor que lo bueno, y sin estar dispuesto a modificar mi línea editorial le propuse que en lugar de escribir sobre Zárate, que era la temática de casi la totalidad de las columnas, pasáramos a un panorama más general.
Durante un tiempo funcionó.
Pero esta semana hubo un quiebre.
La columna que publicamos el pasado martes, que por ética le adelantamos el día anterior, a Daniel le pareció incorrecta y así me lo hizo saber en privado. Y también lo hizo en público, ya que sin nombrarme ni darme posibilidad de respuesta le tiró un centro al Intendente para que se explayara a su gusto.
No comparto ese proceder, porque el problema no es ser tuerto, el problema es cerrar un ojo cuando conviene.
Por ello el mismo martes le escribí a Daniel y le dije que estoy convencido que creo que resulta inconveniente e incoherente seguir escribiendo en El Debate cuando las diferencias son tan grandes, fundamentalmente en cuestiones de valores ante el gobierno local. No soy quien para juzgar los suyos, pero los sé diferentes a los míos.
Me pidió entonces que escribiera una despedida para los lectores que nos acompañaron durante casi 8 años y medio, y aquí estamos.
Gracias a quienes nos leyeron semanalmente, y a veces más de una vez a la semana, en las páginas de El Debate. Siempre quisimos aportar información, análisis y datos. Cada opinión la acompañamos de pruebas y totalmente documentadas. Porque estamos convencidos que es la forma correcta de actuar. Porque no entendemos otro proceder.
Gracias Daniel por darme la posibilidad de llegar a más gente y por ayudarme a mejorar semana a semana.
Hoy elegimos tomar caminos separados y estoy convencido que actualmente es lo mejor, pero esto no quita todo lo que compartimos.
En mi casa siempre serás bienvenido y siempre habrá agua en la heladera para compartir.
Como dijera Andrés Calamaro, buena suerte y hasta luego.
Un abrazo. Eduardo.
