Por Daniel A. Vogel DIRECTOR – Hoy es un día en el milenio, de capicúa perfecto. Viene el recuerdo de una amiga, hace casi 50 años, que me pedía el boleto del colectivo “capicúa”, no solo porque los coleccionaba, sino porque “su papá le había dicho que cuantos más junte, más suerte le traía a la familia”.
Yo creo que “la suerte” viene de otro lado y no se llama así precisamente, pero bueno, recuerdo la felicidad que tenía cuando le podía conseguir un boleto capicúa (los más jóvenes de esto no saben); claro, no había SUBE cuando yo era adolescente.
Lo cierto -ver tira de hoy de Nic- una vez cada mil años, tenemos un día de CAPICUA PERFECTO como hoy. 02.02.2020. Espectacular.
Y no será por eso un día de Mucha Suerte como diría la “Manzoni” así era el apellido de mi amiga. Será un día más, claro que, para la estadística, es importante.
Pero mi tema para compartir en esta columna de opinión hoy no era precisamente ese. Esta semana volvió Pablo Ventura, se terminó (¿Se terminó?) una indescriptible pesadilla para él y su familia.
Ahora se conoció la noticia que todos presumíamos ocurriría: “Al momento de ser detenidos, los rugbiers señalaron a Pablo Ventura como uno de los autores de la golpiza que provocó la muerte de Fernando Báez Sosa. El joven fue detenido pero luego de varias pruebas, se confirmó que nunca estuvo en el crimen de Villa Gesell. Ahora, su papá José María anunció que demandará a quienes implicaron a su hijo”.
Así lo había dejado trascender el Dr. Jorge Santoro a este Multimedios.
Por eso la encuesta de esta semana en nuestro portal (ver al pie). El resultado fue contundente.
Tres de cada cuatro de nuestros ciberlectores, sintieron “alivio” al conocerse a principio de semana que Pablo Ventura era liberado y desvinculado, de su cobarde inclusión en el tema de los que protagonizaron la “vergüenza zarateña”, más grande de su historia.
¿Serán los 10? ¿Será también el Estado? Seguramente todos ellos estarán dentro de la causa que iniciarán los Ventura, algunos con más o menor responsabilidad, pero “esos nombres” de estas familias de la comunidad, volverán a tribunales, ahora para “tratar de subsanar” el daño causado a un inocente, al que no les costó someter el “bullying” local, sino que lo nacionalizaron.
Es repudiable el bullying. Debe ser repudiado desde la propia familia, desde la escuela, los colegios, en los clubes, en los bares, en toda la sociedad.
Luego, a las pruebas de los rugbiers, nos remitimos; es de bajísimos instintos su “familiarización”, la de la mecánica de “bullynear a una persona”.
La marca, la tienen para siempre los diez.
La tienen también sin merecerlo, Pablo y su familia.
Día capicúa. Excelente Capicúa Milenario.
Domingo lindo para los Ventura. Y para tres de cada cuatro zarateños.







