EL DEBATE dialogó con el padre José Slaby, obispo de la diócesis de Esquel, e integrante de la comisión Episcopal de Argentina, quien abordó este tema de la Colecta Nacional y dijo grandes palabras sobre diversos tópicos en la entrevista. (Nota con Audio)
“Quisiera destacar que el pueblo argentino es muy solidario ya por naturaleza: en la sangre tenemos este espíritu, y eso es desde nuestros orígenes: basta mirar la cantidad de migrantes que han podido encontrar cobijo aquí y la cantidad de acciones solidarias a lo largo del tiempo. En este año estamos por cumplir 48 años de existencia, y despierta la solidaridad no sólo en católicos sino también gente que no va a la Iglesia pero sin embargo coopera. Yo vengo de Polonia donde, sin dudas, el ser solidario ya era prácticamente un sindicato”, arrancó.
Respecto a la cantidad innumerable de pobres actualmente en el país, dijo: “Duele y en cierta forma también nos debe avergonzar porque nuestro suelo es muy rico; debería sostener mucha más gente. Lo que a veces nos olvidamos es que nuestros hermanos viven en este suelo y padecen necesidades, por distintas razones no pueden sostener por sí mismos” y también expresó: “En la colecta lo que menos hacemos es juzgar: nos concentramos para ver cómo ayudarlos y que así no pierdan la esperanza, pudiendo ver la generosidad, el acompañamiento y el corazón de los otros”.
No faltó espacio para un testimonio personal: “Nunca olvidaré cuando, hace un mes, tuvimos lluvias que cortaron prácticamente todos los caminos. Junto con la gente de Cáritas diocesana, llevamos elementos para los damnificados y lloraban de emoción porque no tenían esperanzas de que alguien se acordara de ellos”.
“Nosotros, con esta ayuda, motivamos a la gente para que no se quede en el pesimismo de no poder hacer nada, sino que se despierte una nueva esperanza. Este domingo 10 quiero invitar a toda la comunidad a que mostremos nuestra generosidad y la plasmemos en hechos concretos, dando lo que cada uno necesite porque en esto se manifiesta el amor y la solidaridad”, expresó.
“Esperamos superar los 30 millones de la colecta del año pasado, pero fuera de la colecta y durante el año muchos hermanos colaboraron mensualmente y gracias a esto nuestra comisión pudo asignar fondos a los lugares de emergencia. Incluso hace poco tiempo hemos podido girar un fondo de $150.000 a Comodoro Rivadavia, quien también padece las mismas condiciones que hemos sufrido nosotros. Siempre surgen estos fenómenos, sean climáticos o de cualquier tipo, y resulta grandioso que podamos ayudar: es muchísimo más difícil cuando se quiere y no se tiene con qué”, afirmó.
Respecto a la diócesis: “Mi diócesis está compuesta de 11 parroquias y 2 cuasi-parroquias que son atendidas por las Hermanas, siendo el elemento Dios en estado de formación. Aquí no hay colegios, el único es el Colegio de Padres Salesianos, y tenemos muy poca población. Entre una diócesis y otra tengo casi 600km, muchas veces cuesta llegar a estos lugares por el enorme costo”.
Para finalizar, dio un gran mensaje para todos: “Quiero desearles mucha bendición, pienso que siempre lo que ofrecemos al prójimo, Dios, de alguna u otra manera, nos lo devuelve con creces y multiplica”.
ASI FUE LA ENTREVISTA CON MONSEÑOR SLABY