Estudiar durante años y ser muy cuidadosos con la combinación de los ingredientes. Las claves de los cerveceros artesanales argentinos dan resultado: hace pocos días, siete marcas lograron medallas en la Copa Cervezas de América, la más importante de la región, que se disputa en Santiago de Chile.
Prestigiosos jurados de distintos países cataron 1500 variedades y decidieron que Argentina debía estar entre las destacadas. Estados Unidos fue líder: la Firestone Walter Brewing Co. cosechó cuatro oros y un bronce. La curiosidad es que los mayores ganadores locales debutaban, y algunos de ellos se conformaron con mirarlo por televisión.
“Minga cumple en noviembre un año produciendo cerveza”, contó Alexis Balzán (35), uno de los tres socios de la marca más ganadora (dos oros, dos platas y un bronce). Además, por la cantidad de puntos logrados, fue reconocida como la mejor del país. Pero ninguno de sus creadores pudo celebrar en el lugar: decidieron no viajar a Chile ante la incertidumbre de competir por primera vez, y se enteraron del triunfo por TV.
La producción de Minga (cuatro variedades fijas y una o dos “novedades” por semana), se elabora en San Martín, donde envasan los barriles de 50 litros, que rondan entre 2600 y 3600 pesos, según la variedad.
