El área de Farmacia del establecimiento produjo medicamentos destinados a bebés recién nacidos de hasta 30 días con VIH, o expuestos a la patología, para los cuales no existen especialidades medicinales producidas por los laboratorios.
El Hospital Garrahan desarrolló y produjo fórmulas farmacéuticas que la industria elabora en forma limitada, y que fueron solicitados por el Ministerio de Salud, para garantizar el acceso de pacientes neonatos de distintos puntos del país, ya sea para profilaxis o tratamiento de la patología, informó hoy la institución.
El área de Farmacia del hospital produjo medicamentos en base a formulaciones destinados a bebés recién nacidos de hasta 30 días con VIH, o expuestos a la patología, para los cuales no existen especialidades medicinales producidas por los laboratorios.
El Garrahan trabajó en la producción de 600 cápsulas de Nevirapina de 12 mg y de Abacavir jarabe, ambos antirretrovirales para uso hospitalario en bebés y pacientes pediátricos, informó en un comunicado el centro pediátrico más grande del país.
El primero ya está siendo distribuido por la Dirección de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis del Ministerio de Salud, de acuerdo a las necesidades de las provincias.
“Es una muy buena noticia que desde el Garrahan tengamos la posibilidad de cubrir una necesidad de pacientes de distintos puntos del país que, de otra manera, no podrían acceder a la medicación adecuada”, indicó Gabriela Bauer, presidenta del Consejo de Administración del hospital.
Y agregó que es una iniciativa que demuestra “la relevancia de la producción pública de medicamentos y la articulación de los distintos actores del sistema público de salud”.
Desde el área de Farmacia explicaron que el reciente desarrollo busca dar respuesta a las necesidades particulares de una población vulnerable específica para lo que no hay soluciones farmacéuticas producidas por los laboratorios, lo que se conoce como “terapéuticas huérfanas”.
“Las empresas farmacéuticas se rigen por las reglas del mercado y asignan recursos limitados a productos rentables. Dado que estas normas de por sí no son suficientes para crear una demanda en la producción de medicamentos pediátricos, hay una necesidad de que estas poblaciones vulnerables tengan acceso a formas farmacéuticas que se adecuen a sus distintas edades y patologías”, explicó Fabián Buontempo, responsable del desarrollo y la elaboración de los medicamentos.
La producción de drogas para la prevención y el tratamiento del VIH en niños, niñas y adolescentes presenta desde hace años una crisis de producción que implica que no todos los medicamentos que se usan para adultos estén disponibles para estos grupos de edad, por lo que su adquisición a través de canales comerciales habituales es muy limitada.
“La producción pública de medicamentos en formulaciones pediátricas es sin duda una respuesta a ese requerimiento de acceso a tratamiento”, señaló la directora de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis de la cartera sanitaria, Mariana Ceriotto.
El proceso de producción de estos medicamentos magistrales consta de tres pasos que incluyen la búsqueda de bibliografía, estudios de compatibilidad de excipientes entre sí y con el principio activo, donado por el laboratorio Richmond, y las pruebas en laboratorio.
“El concepto de que los niños no son adultos pequeños implica considerar las características propias de este grupo etario, para dar respuesta a este vacío en la terapéutica medicamentosa mediante la búsqueda permanente de distintas soluciones que contribuyan al tratamiento de la población pediátrica”, destacó Buontempo.
El equipo de trabajo está integrado además por las profesionales Rosana Salgueiro, farmacéutica de planta del Garrahan, y Ana María del Rosario Diez, becaria del área de Farmacia.