Se viene en este 2018 algo único para aquellos que aman el arte y lo sienten en cualquiera de sus disciplinas, por ejemplo la música en su manifestación coral. Es que, el coro zarateño “Amigos de la Música” que fue creado por Juan Carlos Aiello, su primer director y, por Carlos Borda (sub director, luego director) cumple 50 años de existencia como “decano” de la región hoy dirigido por una de las voces fundadoras Iris Borda. Muchas historias para contar de la mano de Iris y Carlos, quienes fueron y son los pilares para que el Coro pudiera y pueda expandirse hasta hoy. Entrevista exclusiva de Multimedios EL DEBATE.
Nos recibieron en su propia casa, en la de la familia que constituyeron hace casi la misma fecha que el Coro Amigos de la Música, ya que la actual directora Iris Borda, era vocalista en la naciente formación coral que dirigía Juan Carlos Aielo y donde, su esposo Carlos Borda era el sub director. En ese encantador hogar, EL DEBATE inició la “charla aniversario”, esto sintetizamos para esta entrevista.
LOS INICIOS
Primeramente, Iris acentuó el nacimiento del Coro: “Juan Carlos Aiello quiso crear un grupo distinto dentro de la ciudad de Zárate, entonces se abocó a esa parte logrando reunir gente y creando así el Coro Mixto de Amigos de la Música; hubo allí un gran semillero coral. Luego Aiello lo dejó en manos de Carlos, mi esposo, después él tampoco pudo seguir dirigiéndolo y hace aproximadamente 23 años que lo sucedo yo”.
¿Qué repertorio tenía inicialmente el Coro?
“En realidad, era netamente clásico al comienzo pero también tenía tintes latinoamericanos”.
Carlos también tuvo su momento para hablar, y lo hizo explayándose sobre sus años como director en el grupo: “Cualquier profesión que uno hace, mientras sea lo que le guste, es placentera, y creo que para mí esos años lo fueron porque dirigir un Coro no se hace por obligación, sino de puro gusto”.
Iris contó cómo fue su entrada al Coro: “Entré en 1972 y desde ahí estoy dentro de la actividad coral. Allí conocí a Carlos y terminamos siendo pareja; juntos emprendimos este recorrido donde, siempre lo digo, uno toma la antorcha hasta donde puede y después otro llevará las riendas de la institución, pero lo importante es que prevalezca a través del tiempo. Han sido logros muy importantes que se dieron a través de nuestras actuaciones y también mucha gente que hoy es solista dentro del Coro. En esa época ni siquiera había profesores de canto; todo aquel al que le interesaba cantar venía”.
EL PRESENTE
“En la actualidad, lo complicado es que existe muy poca gente dispuesta a asumir compromisos, no sólo para cantar sino en la vida social. Cuando cualquier grupo o sociedad de fomento debe armar una comisión directiva, tiene que salir a buscar personas porque no hay. Con la música pasa lo mismo; sin ir más lejos, Iris, durante mucho tiempo, mantuvo un Coro de Niños, luego intentó reflotarlo pero fue muy complicado, y actualmente se puede hacer porque los chicos tienen ganas de cantar, el tema es la disponibilidad del tiempo de sus padres. Para la formación del individuo joven, es importante saber desenvolverse; son todas cosas fundamentales pero se hace hasta donde uno puede”, afirmó Carlos.
“Resulta importante saber que en nuestra época, a nuestros hijos les dábamos la posibilidad de que conocieran muchas áreas. Ahí es cuando empezaban a absorber conocimientos y elegir lo que les gusta o no; dentro de todo eso la música y el canto cumplen un papel importantísimo dentro de la formación de una persona porque le trabaja los sentidos y sentimientos. Muchos chicos, en aquel momento, se encontraron con cosas que nunca habían visto”, subrayó Iris, y acto seguido contó un hermoso recuerdo: “Encontré a una chica que, de pequeña, cantaba en el grupo, y solamente me dijo “te quiero agradecer porque esa semillita que sembraste logró que ahora tenga un conjunto de rock; todo fue gracias a vos”. Uno nunca llega a darse cuenta lo que siembra en los jóvenes y hasta qué punto les mueve la fibra. Al hacer canto y música, a los chicos les trabajan las dos partes del cerebro, dándoles ductilidad y ritmo, lo que resulta significativo dentro de la vida. Incluso el mundo tiene música y nuestro cuerpo vibra a través de ella”, indicó.
Carlos contó, según su punto de vista, cuál fue la actuación más importante del Coro: “Para mí hubo muchas muy lindas; luego Iris me superó, teniendo otra cantidad que le resultaron mucho más gratificantes. No hay, en mi mirada, una específica: todas tienen algún atractivo. La música no es como la pintura: uno termina de pintar un cuadro, lo cuelga y lo ve; ahora acá se termina el último acorde y si no lo grabaste perdiste. En aquellos tiempos se usaban cámaras de video o filmadoras, y a nadie se le ocurría sacar fotos, grabándose todo en cintas. Al menos pasaba eso cuando dirigí”.
“Nuestra meta es brindar a muchos chicos de alta capacidad musical un espacio de expresión, siendo esto no tan fácil en Capital. En Zárate, en favor de ellos les brindamos la sala y pagamos el traslado, accediendo muchos a eso. Nuestra propaganda es la que hacen ellos boca a boca transmitiéndose dónde pueden ir a tocar poniéndose en contacto con nosotros” terminó.
EL OBJETIVO: “Nuestra meta es dar a los chicos capacitación musical y un espacio de expresión…”
EL FESTEJO QUE MERECEN
Con relación a lo que preparan para el Concierto Aniversario, Iris adelantó: “No lo sé con claridad, estoy trabajando en el tema porque depende de la gente que consiga y lo que armaré, pero será un recital con los ex integrantes y los nuevos; ya hemos fijado el comienzo de los ensayos (viernes 2 de marzo). Los chicos ya están pensando qué es lo que puede suceder, queriendo que sea multitudinario y por supuesto en el Teatro Coliseo”.
Pudimos saber que hay una idea de que algunos coros de renombre acompañen el acontecimiento, todo dependerá del apoyo que este cincuentenario emprendimiento coral tenga, ya que durante toda esta amplia trayectoria, fue un grupo de expresión musical y artística independiente, atravesando distintas situaciones políticas del país, de las que se mantuvieron al margen, solo priorizando el arte por sobre los colores y humores políticos, a los que les sucedieron con mayor o menor esfuerzo y éxito.