LIC. EDUARDO RIVAS
Un nuevo hecho de inseguridad sacudió Zárate en los últimos días, esta vez fue el asalto en pleno centro a quien portaba la recaudación de una estación de servicio céntrica.
Frente a este hecho la reacción municipal no se desmarcó de las formas clásicas ante este tipo de hechos, ocultar su inoperancia, hablar sin conocimiento de los hechos y decir algo que no dice nada.
En esta oportunidad fue el súper subsecretario de ¿seguridad? Local, quién no sólo conduce, planifica y gestiona, sino que también además se ocupa de las cuestiones operativas, quizás sea esta cuestión de ocuparse de todo lo que genera que termine por no ocuparse de nada.
Dijo Gastón Otero que ‘por el tipo de vehículo utilizado, como operaron, la edad de los delincuentes y su vestimenta no se descarta la hipótesis de que sean de otra ciudad…’, y llegó a esta conclusión porque entre las acciones que desarrolló tras el hecho, siempre tras el hecho nunca previniendo, ‘también verifiqué las cámaras del lugar y a raíz de una serie de preguntas que le efectué se abrieron algunas puntas que serán de interés para la investigación’.
Estas declaraciones disparan nuevas preguntas y vuelven a poner sobre el tapete la falta de políticas de seguridad a mediano plazo y la inexistencia de estadísticas oficiales confiables y públicas sobre la temática, con lo cual resulta llamativo el por qué el subsecretario Otero lanza la hipótesis que la edad de los delincuentes y su vestimenta marcan que los delincuentes podrían ser de otro sitio. Aprovechando su expertise, y a fin de evitar nuevos hechos de inseguridad, sería interesante que nos contara ¿qué edad tienen los delincuentes en Zárate? ¿Cuándo exceden esa edad qué ocurre? ¿Se jubilan como delincuentes? ¿Se mudan a distritos donde los delincuentes son mayores? Y que nos ilustrara además sobre la vestimenta, cuéntenos Otero, ¿los delincuentes llevan pantalón largo? ¿Utilizan remeras o camisas?, ilústrenos.
Las declaraciones de Otero demuestran cómo se intenta decir algo cuando no se tiene nada para decir. Es realmente asombrosa la capacidad de ciertos empleados municipales que no sólo saben de muchos temas, sino que además, los conocen en profundidad y los ejecutan en su totalidad.
Si el subsecretario es quien se encarga de mirar las filmaciones de las cámaras de seguridad, ¿quién se encarga de diseñar y conducir las políticas de seguridad?
Se siguen sucediendo los hechos de inseguridad en el Municipio y las autoridades siguen haciendo lo que mejor saben hacer, nada. El municipio se preocupa por la organización de mega-eventos musicales en lugar de trabajar en pos de la mega-seguridad que, sin lugar a dudas, es la mayor preocupación de los vecinos zarateños.
Y hablan, hablan, hablan, mucho y sin decir nada, pero sólo de aquellos hechos que tienen mayor visibilidad. Otero habla si el delito se comete en Justa Lima y Ameghino, pero no si el acontecimiento es en Pellegrini y Calle 6, en estos casos nadie dice nada.
Pareciera que no todas las víctimas importan lo mismo para los empleados municipales, si la visibilidad es mayor las autoridades hacen que hacen algo, si la visibilidad es menor, directamente no hacen nada, y en eso siguen las acciones del propio Intendente, quien sólo hace apariciones cuando se encienden las luces de las cámaras…