Durante esta época del año la piel está menos protegida, por lo que requiere un mayor cuidado, especialmente en los bebés y niños, ya que su piel es más delgada que la de un adulto y los mecanismos de defensa cutáneos se encuentran en proceso de maduración. Elegir un protector solar adecuado también es fundamental.
La llegada del verano predispone a todos a disfrutar al aire libre y tomar sol, pero los daños que éste produce en la piel son acumulativos y por eso los dermatólogos indican que la piel de los bebés y los niños requieren cuidados extra en materia de protección solar, en especial con la llegada de las estaciones cálidas y el inicio de la temporada que invita a desarrollar actividades al aire libre.
La Dra. Mónica Maiolino, médica dermatóloga, explica que los niños necesitan una protección extra: “Su piel es más delgada que la de un adulto y los mecanismos de defensa cutáneos, como las glándulas sebáceas y el sistema pigmentario, se encuentran en proceso de maduración”.
Los protectores solares deben ser indicados por el médico dermatólogo, acorde a las características y necesidades del paciente.
El F65 y F80 están recomendados para las personas que son intolerantes al sol, para mujeres embarazadas, personas con estrías o cicatrices recientes, lunares y afecciones de la piel.