Leer las etiquetas siempre ha sido recomendable, pero no siempre tan sencillo. Una gran cantidad de información se presenta ante nosotros, cifras, siglas, símbolos, que no sabemos interpretar tanto en las bebidas, como en los alimentos procesados, en los electrodomésticos y hasta en las cubiertas. Y en este último caso, como en otros tantos, de entender la etiqueta puede depender la seguridad de nuestro vehículo.

Si prestamos atención, desde hace varios años las cubiertas de marcas como meriva, Dunlop, Goodyear y Pirelli, por nombrar algunas, contienen un etiquetado que responde a normas y clasificaciones europeas y tiene como objetivo poner a disposición del consumidor la información básica. Así, la etiqueta describe sus principalescaracterísticas facilitando la elección de la cubierta indicada en función de las necesidades del vehículo y el conductor. A continuación, vamos a repasar esa información y el modo de interpretarla.

Información sobre eficiencia energética

La clasificación vinculada al consumo de energía es obligatoria en todos los neumáticos del mercado, motivo por el cual la encontraremos indefectiblemente ya sea en cubiertas meriva como en Firestone, Bridgestone, Fate o Pirelli; en todas las marcas. Dentro de ella existen tres apartados diferentes, identificados con un icono particular: su eficiencia en términos de consumo energético del vehículo, su capacidad de adherencia a la superficie y el ruido que emite.

Eficiencia en el consumo de combustible

Este apartado del etiquetado remite a la resistencia al rodamiento de la cubierta y, directamente relacionado, al consumo de combustible que representa esa resistencia. Las más eficientes están clasificadas con la letra A y a medida que disminuye la eficiencia y se incrementa el consumo medido en medio litro por cada 100 kilómetros, las letras varían hasta la G.

Teniendo en cuenta que cuanto más agarre tienen las ruedas, menor es la resistencia al rodamiento y que menos resistencia representa menos demanda de energía al motor, por cada letra que se asciende, el neumático permite ahorrar un 7,5% de combustible. Una cubierta clase A puede llegar a alcanzar una reducción de gastos en combustible de más de $255 mil durante toda su vida útil, entre 5 y 6 años.

Vale señalar que en el marco de las políticas para ralentizar el cambio climático y disminuir las emisiones de gases contaminantes, en 2014 la Unión Europea prohibió la venta de cubiertas de clase G y 2018 hizo lo propio con los de clase F.

Adherencia en superficies mojadas

Aquí se mide y señala la capacidad que tiene la cubierta de agarrarse a las superficies de rodamiento mojadas o resbaladizas, una virtud fundamental para lograr la estabilidad del vehículo y el frenado esperado. Al igual que el apartado anterior, la clasificación también va de la A a la G, siendo la A la que identifica a la cubierta con mayor agarre y así sucesivamente.

Por cada letra de valoración, la distancia de frenado necesaria se incrementa en un 30%. Al momento de frenar, existen entren 80 km/h de diferencia entre una cubierta de clase A y una de clase E, unos 18 metros.

Generación de ruido

El tercer y último apartado refiere al ruido que produce la cubierta durante el rodamiento. No está medido con letras, si no con barras, y consigna también el sonido en cantidad de decibeles representada por ondas de altavoz. Cuanto menor cantidad de barras mencione, menor es también el sonido que emite el neumático.

En este apartado, 1 onda representa el ruido mínimo posible, de hasta 3 decibeles, 2 ondas, entre 3 y el límite permitido de decibeles y 3 ondas significan que el neumático genera hasta 4 veces más ruido que el de 1 onda. Los decibeles recomendados deben escalar entre los 71 y los 74.

Otra información de importancia

Marca, modelo y dimensiones

Además del etiquetado que describimos, los neumáticos ofrecen más información útil para el usuario, sobre todo cuando es momento de cambiarlos y pretende reemplazarlos por los mismos. En su flanco llevan impresos datos de interés como la marca, el modelo y las dimensiones. Estas últimas figuran con el formato 255/55 R18. El primer número representa la anchura del neumático medida en milímetros, el segundo indica la altura con igual parámetro, la letra R señala el radio y el último número, el diámetro de la llanta medido en pulgadas.

Peso máximo y velocidad máxima soportada

A continuación de los datos anteriores se encuentra otro número acompañado por una letra, como 87 H o 91 V. De acuerdo con una tabla de equivalencias que señala a cuántos kilos corresponde cada número, éste indica el peso máximo que es capaz de soportar el neumático a una determinada presión, denominado índice de carga. Por su parte, la letra o código de velocidad indica la velocidad máxima a la que se puede rodar esa cubierta, también en función de una lista de correspondencias.

Información sobre la fabricación

La información de fabricación del producto o Department of Transportation (DOT) figura con un formato alfanumérico como por ejemplo 75FG 2219. Los primeros cuatro caracteres remiten a la planta productiva en la que se fabricó la cubierta y a las dimensiones de esta y los últimos cuatro señalan la semana y el año en el que fue fabricada; en el ejemplo, la semana 22 del año 2019.

Recomendaciones para comprar cubiertas

Como en casi todos los productos, en el mercado se ofrecen y comercializan cubiertas ilegales o falsificadas que no cumplen con los estándares de seguridad, no están homologados ni han sido sometidos a los controles de calidad apropiados para garantizar que cumplan su función. Para evitar comprar uno de estos, es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones.

Verificar que estén homologadas

Para corroborar que las cubiertas están homologadas y que, por lo tanto, son seguras, hay que buscar el etiquetado que describimos al principio del artículo con la clasificación en materia de consumo de combustible, adherencia y nivel de ruido.

Seguir las recomendaciones del fabricante

En los manuales de todos los vehículos figuran las recomendaciones del fabricante respecto a qué cubiertas deben colocársele para lograr una conducción fluida y segura y por algo están. Las plantas automotrices dialogan con los fabricantes de neumáticos para determinar qué modelo es el más adecuado para cada tipo de vehículo.

Comprar las cuatro cubiertas iguales

Si bien lo más recomendable es reemplazar las cuatro cubiertas al mismo tiempo, habitualmente los conductores suelen cambiar una que se ha roto o las dos traseras que se han gastado más que las delanteras. En cualquier caso, es fundamental que las cuatro sean idénticas en términos de marca, modelo, tipo, homologación y dimensiones. Por otro lado, es ideal colocar las cubiertas nuevas en el eje trasero del que depende en mayor medida el agarre y el control del vehículo.

Específicas para cada temporada

Normalmente, los conductores eligen las cubiertas para todo el año, all seasons, pero si vivimos o solemos transitar por ciudades con temperaturas extremas y el presupuesto nos lo permite lo ideal es optar por cubiertas de invierno en los meses de frío y, de igual modo, de verano para los meses estivales. Cada uno de los modelos está fabricado para adherirse mejor a las superficies resbaladizas propias de climas húmedos, lluviosos y con nieve y para resistir altas temperaturas, respectivamente.