Hay diversas formas de mantener el hogar con una temperatura agradable durante el invierno y sin la necesidad de gastar mucho dinero en gas o electricidad.

Todas las claves para no pasar frío en la casa y ahorrar en energía
Shutterstock

Con la llegada de las bajas temperaturas y los aumentos en las tarifas de la electricidad y gas, muchos buscan formas alternativas para mantener la casa a una temperatura cálida sin requerir de estufas o aires acondicionados. En ese sentido, existe una gran variedad de opciones que ayudan a que el hogar esté aclimatada para no sufrir el frío en los meses del invierno.

De todos modos, vale aclarar que es importante mantener una cierta ventilación en el hogar, a pesar de las bajas temperaturas. Así se pueden evitar enfermedades respiratorias comunes en esta época del año. Asimismo, previene la intoxicación por monóxido de carbono, un gas muy tóxico que puede producir cualquier artefacto que utilice material combustible, como es el caso de la calefacción que funciona a base de gas.

La ventilación de la casa durante el invierno es esencial para evitar enfermedades o intoxicación por monóxido de carbono
Annie Spratt / Unsplash

A continuación, algunos consejos para mantener la casa “calentita” sin gastar electricidad.

Evitar corrientes de aire

Aunque suele ser olvidado, es de suma importancia chequear que el aislamiento de ventanas y puertas esté en óptimas condiciones. De esa forma, se asegura que el viento frío no ingrese a la casa y que la calefacción se mantenga dentro de los ambientes.

Sin darse cuenta, se puede dejar que el frío ingrese al hogar por agujeros que tiene la casa, como pueden ser los buzones, las cerraduras o las rendijas de las puertas o ventanas. Para frenar que entren ráfagas frías, se pueden cubrir con alguna tela o tapa sobre ellos.

Reflectar el calor

También se pueden hacer algunos trucos que permiten aislar el hogar del frío. Unos es poner papel aluminio detrás de los radiadores, especialmente aquellos que estén instalados en los muros y tengan anexos al exterior. Esto evita que el calor desaparezca a través de la pared al reflectarlo de vuelta a la habitación. Se puede usar el que se encuentra en la cocina o mismo existe papel de aluminio especialmente diseñado para este propósito.

Tener cortinas y alfombras gruesas pueden ayudar a aislar la casa del frío
Shutterstock

Colocar cortinas y alfombras

Por otro lado, se pueden poner cortinas gruesas en las ventanas, puesto que a través de los ventanales se puede dar una gran pérdida de calor. Se les puede poner un forro térmico o materiales más baratos, como puede ser la tela polar. Este truco se puede aplicar delante de la puerta de entrada hacia el exterior para agregar otra capa de protección. Las alfombras con mucho grosor cumplen la misma función si se tiene pisos fríos o que dejan entrar el frío.

Dejar entrar luz solar a la casa

Una forma de mantener una temperatura cálida en la casa durante el invierno es aprovechar el calor del sol. Es una forma económica y sustentable de calefaccionar el hogar de forma natura. Para ello se sugiere abrir las cortinas y persianas para dejar entrar la luz solar durante el día.

De todos modos, no se debe olvidar cerrar las cortinas y persianas una vez que el sol se pone. Así se logra retener ese calor al máximo en la casa.

Utiliza mantas y prendas de abrigo

Usar mantas y prendas de abrigo dentro de la casa ayuda a mantenerse cálido sin la necesidad de subir la calefacción
Shutterstock – Shutterstock

Aunque parezca una obviedad, usar prendas de abrigo o mantas dentro de la casa en días fríos permite no aumentar la temperatura de la calefacción y de esa forma ahorrar energía. No hace falta tener la estufa muy baja para ello, pero permite evitar consumir mucha energía.

Aislar las zonas que no se usan

Se sugiere cerrar las puertas de las habitaciones que están desocupadas, es decir cuando nadie se encuentra en su interior. Así se impide que el calor se disipe en esos espacios.

Ajustar la calefacción

Regular la calefacción permite ahorrar en energía

No es recomendable dejar la estufa al máximo cuando uno se va de la casa. No asegura que se conserve el calor cuando y se derrocha mucha energía de esa manera. Así que es mejor dejar la calefacción en piloto al momento de irse, para luego subir la temperatura cuando se vuelve al hogar.

En ese sentido, se recomienda usar un termostato programable. Este aparato permite ajustar la temperatura de la casa según la hora del día.

LA NACION