Cómo prevenir la neumonía, un mal que acecha en los dos extremos de la vida ante la llegada del invierno

Si bien puede afectar a todas las personas, los niños menores de 2 años y los adultos mayores a 65 presentan mayor riesgo de padecerla. ¿Cómo se contrae y por qué la vacuna es la mejor prevención en los grupos de riesgo?

La neumonía es una infección aguda que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones, que se pueden llenar de secreciones. Los signos y síntomas de esta enfermedad varían según su gravedad (puede ir desde un cuadro leve a potencialmente mortal) y otros factores como la edad, el tipo de germen que causó la infección y el estado general del paciente.

Si bien puede afectar a todas las personas, hay ciertos grupos que presentan mayor riesgo de contraerla y por lo tanto requieren más cuidado.

El médico especialista en medicina interna, neumonología y medicina crítica Pablo Gutiérrez Fernández señaló: “Existen características clínicas que pueden alertar acerca de un posible cuadro de neumonía”.

“Muchos gérmenes pueden causar neumonía. Los más frecuentes son las bacterias y los virus que se encuentran en el aire que respiramos -puntualizó-. La neumonía se clasifica de acuerdo al lugar donde se contrae la infección y por el tipo de germen que la causa. El tipo más común es aquella neumonía adquirida en la comunidad, fuera de un hospital o centro de salud. Puede producirse sola o después de haber tenido un resfrío o una gripe. Tiene como síntomas principales la tos persistente sin expectoración y dolor de cabeza”.


“Es recomendable consultar con un médico para determinar una vacunación apropiada en el tipo y frecuencia. En el caso de los niños, se recomienda una vacuna diferente para menores de 2 años y para chicos de 2 a 5 años, que son particularmente propensos a contraer la enfermedad neumocócica. También se recomienda la vacuna contra la influenza para niños menores de 6 meses”, apuntó.


Fuente: Infobae