Desde la final de la Copa América hasta acá, Lionel Scaloni no pudo contar con la gran figura del seleccionado por una lesión. Así se las ingenió para retocar el equipo y adaptarse a su ausencia, algo que podría ser más recurrente por la edad del Diez.
La Selección Argentina se prepara para una nueva doble fecha de Eliminatorias en la que enfrentará a Venezuela y Bolivia y que marcará el regreso de Lionel Messi, que había estado ausente desde la final de la Copa América por una lesión. En este tiempo, el conjunto nacional debió acomodar su manera de jugar para suplantar al astro: no solo modificó nombres sinó también posiciones o funciones.
Durante todo el ciclo del técnico nacido en Pujato, cada vez que el rosarino estuvo en cancha se movió libre, del medio hacia la derecho, junto a un delantero centro y a veces hasta un tercer punta recostado sobre la izquierda. Pero en los partidos frente a Colombia y Chile, el DT apostó por el doble 9, con Julián Álvarez y Lautaro Martínez en el ataque.
En el medio estadounidense The Athletic hicieron un análisis sobre estas variantes que se vieron en el elenco albiceleste en estas fechas y, si bien el campeón del mundo se caracterizó por tener un mediocampo muy dinámico compuesto por volantes de buen pie que originalmente eran números diez, en estos compromisos se vio un rol más activo de Rodrigo de Paul en los últimos metros.
El futbolista del Atlético de Madrid, quien habitualmente es el motor y alma del equipo marcando los tiempos de presión y la intensidad del juego, tuvo una gran incidencia en los metros finales encargándose de ocupar los espacios libres detrás de los delanteros, sector que habitualmente domina La Pulga.
Es cierto que en ambas ocasiones, el que ocupó la vacante de Messi en el equipo titular fue Nicolás González, el rol en el campo de juego del hombre de Fiorentina fue muy distinto. Primero porque se movió por la banda izquierda, posición que habitualmente era de Ángel Di María, y además ha tenido más responsabilidades defensivas y la misión de volver para dar una mano.
De Paul y Alexis Mac Allister tuvieron la misión de generar juego y hacerse dueños de la zona de influencia de Messi. A su vez, en esos partidos también se destacó Lautaro Martínez, el punta y goleador del equipo que se tiró mucho atrás para ingresar en el circuito de juego. Como si fuese una especie de falso nueve, desde ese sector asistió a sus compañeros, siempre teniendo como opciones por las puntas a Julián, Nico y los laterales que continuamente se suman a los ataques.
En la previa al partido ante Colombia por las Eliminatorias, Scaloni fue consultado en conferencia de prensa sobre esta situación: “Es difícil que un equipo no tenga dependencia de él, porque es un futbolista único y resulta lógico. Pero lo bueno de este equipo es que tenemos una idea de juego más allá de quién este en la cancha y los intérpretes pueden ir variando pero juegan a lo mismo y eso ayuda. Es evidente que sin Leo hacemos lo mismo pero sin su toque final”.
En el futuro se terminará de confirmar si esta es la nueva selección que se verá en el futuro o fue una variante de momento. Se sabe que a los 37 años el final de la carrera de Messi empieza a asomar en el horizonte y si bien el panorama indica que será parte del próximo Mundial que se disputará en 2026, esto se definirá día a día.
Más allá de eso, se avecinan tiempos en los que Messi podría tener menos minutos que antes para cuidar su físico, dependiendo de la instancia de la temporada que transite y cómo lo trate su físico. Aunque independientemente de eso, será momento de que Scaloni y el cuerpo técnico empiece a preparar el terreno para el pos Messi y diagramar un equipo que sepa que ya no lo tendrá.