Convocada por el gobierno provincial, la Red Textil Cooperativa (RTC) elabora elementos de protección para el personal hospitalario como camisolines, cofias y botas.

Más de 400 puestos de trabajo digno, pertenecientes a 20 cooperativas textiles de la provincia repartidas en La Plata, Florencio Varela, Avellaneda, Glew, La Matanza, Lomas de Zamora, Berazategui y Ciudad de Buenos Aires, se activaron en plena pandemia a partir del convenio laboral de la RTC con el Estado provincial para abastecer al sistema sanitario público bonaerense.

Se trata de la producción de 230 mil kits para les trabajadores de la salud que consisten en camisolines, cofias y botas de tela de primera calidad y aprobadas  por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

“Además de abastecer en la urgencia al Estado con la responsabilidad de cuidar a quienes están en primera línea de batalla contra el coronavirus como son los trabajadores de la salud, nos basamos en lógicas de trabajo digno, bien remunerado, en lugares laborales seguros, con producciones de buena calidad”, afirmó Joaquín Fernández Sancha, presidente de RTC y secretario de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT).

Es por eso que el gobierno que conduce Axel Kicillof, en este caso, le encomendó la tarea a cooperativas que siempre brindan respuestas a las diversas necesidades comunitarias con un capital humano importante reflejado en su invaluable mano de obra.

“En la Argentina eran productos en gran medida importados, que antes del coronavirus llegaban a bajo costo y que directamente dejaron de llegar. O realizados por empresas privadas que para aumentar la ganancia mantienen a sus trabajadores en condiciones de casi esclavitud y en talleres precarios donde corren riesgo su salud e integridad”, agregó Fernández Sancha.

A modo de transparencia y seriedad, el dirigente detalló que, a diferencia de las metodologías empresariales explotadoras, del monto total que entra por la producción de estos kits, el 42% se va insumos; el 30% en mano de obra; el 3 en pago de impuestos y solo el 25% representa la ganancia que se reparte entre los socios y se capitaliza en inversiones a futuro.

“Agradecemos la confianza del gobierno provincial, esperamos coordinar con otras áreas porque de esta forma se renueva la esperanza y las oportunidades de la mano del Estado y del cooperativismo”, finalizó Fernández Sancha.

Consolidar estas redes económicas y apuntar a la producción nacional, de calidad y basadas en condiciones laborales dignas es clave para Argentina que se viene sobre todo pensando en el proceso de reconstrucción productiva que se abrirá con la pospandemia.