El trabajo es una de las principales cuestiones que se ponen en tensión en el marco de la cuarentena preventiva y obligatoria. Para evitar la expansión del coronavirus, el quedarse en casa hace que los trabajadores y las trabajadoras no puedan cumplir con sus tareas laborales cotidianas en condiciones habituales. El trabajo desde casa garantiza la posibilidad de contar con un ingreso económico, aunque pone en evidencia distintos problemas como las desigualdades de género. Informe de Matías Reina.
Si bien el home office -explica Matías- en el último mes creció de manera exponencial en virtud de la cuarentena, deja al descubierto una serie cuestiones que atraviesan a los trabajadores y a las trabajadoras. En ese marco, referentes de la Asociación Creando Nexos y de la UNLu analizan aquellos aspectos vinculados al desarrollo de potencialidades que ofrece el trabajo desde casa, así como también las problemáticas que se evidencian a través de la implementación de dicha modalidad.
Al respecto, el Lic. Matías Martínez Reina refirió: “Vivimos en una sociedad que se encuentra estructurada desde una lógica patriarcal, con estereotipos de género muy marcados, y en este escenario suelen ser los hombres quienes sienten mayor frustración por no poder salir a trabajar. Esta situación puede provocar sensaciones adversas como la pérdida de libertad; así como también se pueden presentar dificultades en llevar adelante proyectos y actividades personales. En esa línea, es probable que se presenten pensamientos de frustración ligados al no poder realizar aquellas actividades que siempre se hacen, el querer salir de casa y no poder hacerlo. Ante esta situación atípica debemos ejercitar la paciencia y generar nuevos hábitos para evitar que la frustración nos desborde”.
Si bien para muchas personas el trabajo en casa se presenta como una alternativa, para poder continuar con las tareas laborales, al menos de manera parcial, genera una serie de problemas colaterales, también ligados a los estereotipos de género señalados. “Una de las principales desventajas que se presenta en el contexto de aislamiento, es que se pone en evidencia la desigual distribución de tareas entre los géneros y la amplitud en la extensión de la jornada laboral de las mujeres. Es habitual que sean las mujeres quienes se ocupen del cuidado de los hijos e hijas que no van a la escuela. Además, son ellas quienes suelen realizar las tareas domésticas y atienden a los adultos mayores, quienes requieren de cuidados aún más especiales dado que son los más vulnerables en la coyuntura en la que nos encontramos. De esta manera, el coronavirus pone en evidencia las desigualdades que el feminismo viene denunciando hace años”, expresó Martínez Reina.
Sin embargo, no todos los aspectos del trabajo en casa son negativos. En relación a la posibilidad de realizar trabajos y emprendimiento desde el hogar aprovechando las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, la Dra. Romina Carrizo expresó: “Si partimos de la consideración del ser humano desde su naturaleza productiva, excepto que se trate de trabajos en condiciones de explotación y precariedad, la realización de actividades laborales en un marco de protección laboral, dignifican a ese trabajador, a esa trabajadora. Desde la Asociación Creando Nexos, independiente de que en determinados casos se garantice el sueldo desde los lugares de trabajo, nos solidarizamos con los que ven afectada su fuente laboral. No obstante, en esta situación de excepcionalidad, florecen nuevos emprendimientos a través de las tecnologías”.
TERMINA: “Es en este maco que cobra un valor muy significativo la solidaridad de los distintos sectores de la producción y de los servicios en garantizar la empleabilidad en estos momentos como eje fundamental de la responsabilidad social empresaria”.