Especialistas del Hospital de Clínicas de la UBA advirtieron que se registra un aumento en las consultas por Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL), una dificultad que se presenta sin que existan otras alteraciones como hipoacusia, discapacidad intelectual, trastornos neuromotor o psiquiátricos y que en la actualidad se estima que afectan al 7% de la población infantil.
“El Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL) es una dificultad que altera el desarrollo del lenguaje del niño o niña de manera persistente sin que existan otras alteraciones en el desarrollo tales como hipoacusia, discapacidad intelectual, trastorno neuromotor, psiquiátricas. Puede involucrar el aspecto receptivo, expresivo o ambos”, explicaron los especialistas del Clínicas en una gacetilla difundida hoy.
Y continuaron: “Dado que es un trastorno neurobiológico, no se puede prevenir. Sin embargo, si hay antecedentes en la familia y/o hubo riesgo pre, peri o postnatal, se puede realizar su seguimiento a fin de hacer una detección precoz”.
“En las consultas observamos una pobre comunicación e intención comunicativa al momento de mirar, señalar, pedir; presentan poco desarrollo del juego. En algunos casos, esto puede deberse a la exposición temprana de pantallas, ya sea celular o televisión, donde pasan horas frente a estos y es tiempo que no invierten en jugar o en interactuar con su familia”, afirmó la fonoaudióloga Patricia Villalba, coordinadora del sector Lenguaje y Comunicación del hospital .
Y añadió que “en algunos casos vemos que los padres tienen intención de jugar o de estimularlos pero no tienen el conocimiento adecuado para hacerlo”.
Por su parte, la fonoaudióloga Jorgelina Makaric -también del área- detalló que “si el niño no comprende, su desarrollo tanto intelectual como social se van a ver alterados y se deberán introducir ayudas complementarias lo antes posible para minimizar esta dificultad”.
“Si la dificultad es a nivel expresivo -continuó- y el niño presenta un lenguaje ininteligible, sus consecuencias pueden llegar a ser a nivel social y a nivel del desarrollo de la lectoescritura”.
Ambas especialistas advirtieron que en el sector Lenguaje y Comunicación aumentaron las consultas por niñas y niños cada vez más pequeños con ausencia del lenguaje o dificultades en la comunicación.
El diagnóstico se puede dar a partir de los 4 años aproximadamente pero antes suelen aparecer signos que ponen de manifiesto que hay un retraso y/o desvío en la adquisición de pautas de desarrollo típico del lenguaje.
Según las especialistas, en niñas o niños a partir de los 18 meses estos signos son: falta de contacto visual, es decir no mira a la cara cuando le hablan; escaso interés de interactuar con otros niños y adultos; dificultad para compartir la atención con otras personas; no mirar lo que le muestran, ni interesarse por los juegos típicos de su edad; escaso interés por juguetes, aunque estos sean atractivos para la edad, entre otros.
A partir de los 30 meses, los signos de alerta son “escasa o nula comprensión de órdenes verbales simples como ‘traé la pelota’”; en estos casos, advirtieron que “es importante saber si es capaz de identificar la orden con la ayuda de un señalamiento”.
“Si no puede armar una frase, persiste en el uso de la palabra aislada o no usa conectores o preposiciones; si la mayoría de los adultos no le entiende cuando habla (falta de inteligibilidad) o usa de ecolalias (repite todo lo que escucha) sin fines comunicativos, también son signos de alerta”, detallaron.
Cuando ya tienen más de 4 años es motivo de consulta si “necesita que le repitan varias veces las consignas; realiza las actividades sólo por imitación; tiene dificultad para responder preguntas con distintos encabezados, por ejemplo, confunde ‘qué’, ‘quién’, ‘dónde’, ‘cuándo’, ‘por qué’; tarda en definir lo que quiere decir; le resulta difícil armar frases complejas, entre otras.
En este contexto, el Clínicas realizará una campaña gratuita de detección de trastornos del lenguaje en niños de 5 años; para participar se puede escribir a [email protected]. (DIB)