Las lluvias y el desborde de ríos dejaron más de 12.000 damnificados en Tucumán, en la localidad de La Madrid, que está localizadaal sur de la provincia, la que quedó sumergida en un 80%, luego de intensas lluvias, tal el informe publicado por el periodista Fabián López para LA NACION. Ofrecemos la investigación de un servicio de investigación de los EEUU, sobre la previsión de crecida en los ríos. ¿La naturaleza, manda?
De la crónica sobre el desastre natural del diario LN, se desprende “Como consecuencia de las intensas lluvias registradas en los últimos diez días, que provocaron el desborde de canales y ríos, los habitantes del sur de Tucumán volvieron a padecer el drama de las inundaciones. De acuerdo con el último reporte oficial, hasta anoche eran más de 12.000 las personas damnificadas, de las cuales unas 5000 permanecían evacuadas, la mayoría de poblaciones situadas al costado de la ruta 157”.
Ponemos este ejemplo de La Madrid, que es una ciudad que está situada 105 km al sur de la capital tucumana. La misma, quedó sumergida en un 80% como consecuencia de la crecida del río Marapa. “Tenemos un panorama desolador en nuestro pueblo”, resumió, con la voz entrecortada, Dardo Herrera, el delegado comunal de La Madrid. Dijo que el gran desafío “llegará cuando haya que reconstruir la ciudad una vez que bajen las aguas y la gente vuelva a sus casas”.
La situación -cuentan los lugareños- se repite desde hace décadas en la zona. Pasó en 1992, y en 2015 La Madrid debió ser evacuada preventivamente debido a un desborde del río Marapa por el aumento del caudal de agua proveniente del dique Escaba, cuya capacidad llega al límite cada vez que se producen lluvias intensas en el sur de Tucumán y en Catamarca.
Por esta situación que a lo largo y ancho de nuestro país se repite con asiduidad, es que EL DEBATE presenta elñ siguiente informe del Servicio de Investigación Agrícola de EE.UU que aborda el tema desde la ingeniería. ¿Se pueden prevenir los desbordes de los ríos?
Dice en informe: “Las construcciones hechas por humanos en las riberas de los ríos ocasionan que se transporten más sedimentos, esto se debe a que el río, al ser modificado, deja de ser un sistema natural. Cuando ocurren eventos extremos como lluvias torrenciales, el nivel de erosión se eleva, lo que aumenta también la cantidad de sedimentos. Asimismo, se sabe que los ríos son dinámicos; es decir, siempre están cambiando y lo hacen bastante rápido”.
El ingeniero Eddy J. Langendoen, del Servicio de Investigación Agrícola de EE.UU., señala: “cuando la concentración de sedimentos (provenientes de las montañas y la corriente) es muy alta en los ríos, ocasiona problemas. Por otro lado, cuando hay una gran concentración de sedimentos, es necesario hacer estudios pertinentes para determinar su procedencia y dimensión para conocer cuánto porcentaje viene de las montañas y cuánto de las riberas”
También añade que “es imposible predecir las precipitaciones con mucho tiempo de anticipación ni el lugar donde caerán, por el contrario sí existe un método para determinar el efecto que pueden causar: “Si se sabe cuánta agua hay en el río, cuáles son los suelos, los sedimentos y cuán rápido erosionan por una determinada cantidad de agua, se prueba con exactitud cuánta erosión habrá en las riberas”.
En base a esto deben tomarse las decisiones. “No solo los políticos deben tomarlas, la discusión debe estar fundamentada en la ciencia”, comenta Langendoen, quien además forma parte del Laboratorio Nacional de Sedimentación en EEUU.
El ingeniero revela que la mejor manera de prevenir desastres sociales, como los ocurridos luego de la crecida de ríos, es la planificación. Considera que en general las cosas no siempre son diseñadas apropiadamente y el gobierno debería invertir más dinero en estudiar los cambios de las riberas para prevenir desgracias, pérdidas de vidas y miles de damnificados.
Finalmente agrega que todo problema debe enfocarse en realizar un trabajo holístico, para ello se debe hablar con políticos, especialistas y la comunidad que también tiene una voz, pero siempre mirando el panorama completo y nacional, e indica que el problema podría solventarse desde la cuenca proponiendo una solución que implica trabajar en las montañas, donde hay más espacio y menos gente.
