Desde el Colegio de Kinesiólogos de la provincia de Buenos Aires advirtieron que “el uso incorrecto de zapatillas puede derivar en problemas musculoesqueléticos”. Consejos y recomendaciones.

La elección correcta del calzado es el primer paso para evitar lesiones, pero también es importante preparar el cuerpo. (CoKiBa)

Un dilema para deportistas y sobre todo, para quienes deciden comenzar a realizar física para mejorar su salud en forma integral, es la elección del calzado deportivo idóneo, para evitar lesiones y lograr confort.

Desde el Colegio de Kinesiólogos de la provincia de Buenos Aires (CoKiBA), advirtieron que “el uso incorrecto de zapatillas puede derivar en una serie de problemas musculoesqueléticos y si no se respeta la función para la que fueron diseñadas, pueden surgir lesiones como tendinopatías, esguinces de tobillo e incluso fracturas por estrés debido a la mala distribución de las cargas”.

En esa línea, el Licenciado Gabriel Willig, Kinesiólogo Fisiatra, referente en estudios de la pisada del Colegio profesional, subrayó que “muchas veces la gente elige calzado deportivo porque está de moda o por la atracción que genera la publicidad”, y planteó que, por desconocimiento, “no se dan cuenta de que ese calzado puede no ser beneficioso para sus necesidades específicas”.

Willig precisó que hay calzado que presenta una característica determinada, como la amortiguación, pero puede tener un déficit en otro aspecto, como la estabilidad, por lo que “es importante saber cuál es el objetivo principal del calzado por el que se va a optar”, de acuerdo a la actividad física a realizar.

“El público, en general, suele basar su elección en el aspecto estético o en un anuncio atractivo, sin detenerse a pensar si las características técnicas son las correctas para su estructura física o actividad a realizar. Las zapatillas deportivas son diseñadas para un fin específico, y usarlas fuera de su contexto, pueden generar más problemas que beneficios”, agregó ele especialista. Y advirtió: “Esto es especialmente problemático en corredores con una técnica deficiente, quienes podrían sufrir un aumento en las fuerzas de impacto al utilizar calzado inapropiado”.

Así, “utilizar un calzado de running para otro tipo de actividad, como levantar pesas en el gimnasio, puede ser peligroso”, advirtió el kinesiólogo. “La disminución de la estabilidad en una carrera no afecta al corredor, pero puede aumentar el riesgo de lesión cuando se trata de otra actividad física”, dijo.

El profesional remarcó que “otro error común es prestar atención solo al largo del calzado y olvidar la importancia del ancho del antepié”. Willig apuntó que, por ejemplo, quienes gastan la suela del calzado de un solo lado, deben estar atentos al tipo de pie que tienen, ya que “pueden requerir hormas específicas que se adapten a su forma”.

Un calzado inapropiado en términos de horma puede causar desde ampollas hasta problemas de estabilidad que deriven en esguinces o ampollas.

Consejos para prevenir lesiones y elegir el calzado adecuado

La clave para evitar lesiones es elegir un calzado que se ajuste tanto al tipo de actividad que se realizará como a las características específicas el pie y la pisada de cada persona.

“Es fundamental tener en cuenta para qué actividad se usará el calzado y si el pie tiene alguna alteración estructural que pueda requerir una ortesis. La elección correcta del calzado es el primer paso para evitar lesiones, pero también es importante preparar el cuerpo, ya que el calzado y la biomecánica deben trabajar juntos para garantizar un buen rendimiento y prevenir problemas”, enfatizó el licenciado.

Recomendaciones:

  • Identificar el objetivo del calzado: No es lo mismo una zapatilla de entrenamiento de fuerza que una de running. Cada actividad requiere un tipo de soporte y estabilidad diferentes.
  • Conocer tu tipo de pie: Identificar si se tiene un pie egipcio, romano o griego puede ayudar a elegir un calzado con la horma correcta.
  • Prestar atención a posibles alteraciones estructurales: Si existe alguna condición, como pie plano o cavo, es recomendable consultar con un especialista y considerar el uso de plantillas ortopédicas.
  • Adecuar el nivel técnico: No todos los corredores necesitan zapatillas con placa de carbono, por ejemplo. Estas innovaciones deben ser utilizadas con cautela, solo si la técnica y estabilidad son suficientes para evitar lesiones.
  • Preparar el cuerpo para la actividad física: El calzado es solo una herramienta; el correcto funcionamiento del cuerpo depende de cómo interactúa con el calzado, por lo que también es importante fortalecer los músculos involucrados en cada actividad. (DIB) ACR