¿Cuántas muertes al año provoca el consumo de alcohol?

Una extensa revisión científica lo confirma: la cantidad de alcohol diaria que se puede beber sin poner en riesgo la salud es cero.

Existen muchas campañas que nos alertan frente al consumo de drogas duras, y otras como el tabaco están cada vez peor vistas. Sin embargo, cuando hablamos de alcohol la cosa cambia, y la percepción general de la sociedad es que, si no se abusa de él, no es malo.

Según afirman los investigadores, una de cada tres personas del mundo consume alcohol. Además, a lo largo del año mueren por problemas de salud asociados al mismo el 2,2% de las mujeres y el 6,8% de los hombres, haciendo un total de 2,8 millones de muertes. Otra de las conclusiones fue que, al menos en 2016, el consumo de alcohol fue la séptima causa a nivel mundial de riesgo por muerte prematura, y la primera en personas de entre 15 y 49 años.

Datos de todo el mundo y estadística más robusta

Se trata de uno de los estudios más amplios y robustos hechos hasta la fecha, ya que se emplearon datos de estudios que abarcaban un total de 28 millones de personas en 195 países de todo el mundo realizados entre 1990 y 2016. Además, se combinaron datos de venta de alcohol con los de consumo y abstinencia, encuestas personales y cifras del turismo para estimar los visitantes que beben alcohol en un área. Se tuvo en cuenta, incluso, la venta ilegal de alcohol y elaboración casera de licores.


Aunque estudios previos ya habían desmentido el supuesto efecto beneficioso para la salud cardiovascular que tiene el consumo moderado de alcohol (esa copita de vino diaria), este nuevo trabajo lo confirma. Tan sólo se encontró un efecto protector muy leve frente a la cardiopatía isquémica, así como posibles efectos protectores frente a la diabetes y el accidente cerebrovascular, pero estos no fueron estadísticamente significativos. Además, los riesgos asociados al consumo de alcohol son tan elevados que no compensan esos posibles y mínimos efectos protectores.


 

“Nuestros resultados advierten de que el consumo de alcohol es un grave desafío para las políticas de sanidad públicas en todo el mundo”, afirma Emmanuela Gakidou, de la Universidad de Washington.

Fuente: Muy Interesante