Cuatro millones de argentinos viven en zonas con aguas contaminadas por arsénico

Cuatro millones de personas viven en la Argentina en zonas con aguas contaminadas con arsénico, un elemento químico que causa enfermedades y es cancerígeno, según un informe realizado por el INBA (Instituto Tecnológico de Buenos Aires) basado en 450 muestras enviadas por vecinos de 100 localidades de todo el país.

Según el informe, el conurbano bonaerense presenta en varios municipios sectores que se encuentran por encima del nivel recomendado por la OSM (Organización Mundial de la Salud), lo que puede exponer a la gente a enfermedades gastrointestinales, neurológicas, cardiovasculares, de la piel, problemas en el embarazo y hasta cáncer.

El distrito más afectado del Gran Buenos Aires por este semimetal es Moreno, ya que la localidad de Francisco Álvarez llegó a registrar hasta 64,03 partes por billón (ppb), superando los 10 ppb que fijó la OMS e incluso los 50 ppb que toleran los parámetros legales.

Jorge Stripeikis, director del Departamento de Ingeniería Química del ITBA, detalló que “el arsénico provoca enfermedades y no da avisos, porque no tiene olor ni color. Sólo se puede descubrir mandando a analizarlo mediante un test”. “El consumo prolongado durante 10 o 15 años de un agua que contenga esas grandes cantidades de arsénico genera una enfermedad que se llama HACRE (Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico)”.


 

Si bien la situación pone en alerta a los habitantes del Conurbano, el experto sentenció que “en muchos lugares superan los 50 ppb y hasta los 100 ppb. Pasa mucho en todo el noroeste de la provincia de Buenos Aires, el sur de Córdoba, sur de Santa Fe, La Pampa, Mendoza, San Luis, San Juan, Chaco, Formosa y Tucumán”. Finalmente, resaltó que “existe un sistema de tratamiento de aguas para quitarle el arsénico, es un proceso rápido, pero no es barato” y señaló que “también hay un sistema doméstico, con filtros o membranas que se colocan en la canilla y absorben y eliminan el arsénico del agua”.