Por Eduardo Rivas * – Finalmente días atrás se le tomó indagatoria en sede judicial al Intendente Municipal del Partido de Zárate Osvaldo Cáffaro, y más allá de las cuestiones técnico judiciales de las que podrán dar cuenta los abogados involucrados y quienes son parte de la causa, los ciudadanos de a pie podemos hacer otro tipo de análisis de lo ocurrido.
Me atrevo a hablar en mi nombre y en el suyo, estimado lector. Cualquiera de nosotros la pasaría muy mal si la Justicia tuviera una desconfianza sobre nuestro accionar, si en algo de lo que hicimos cometimos un delito, si nuestra honorabilidad se viera ensuciada por algún tipo de sospecha.
Porque no es cierto que ante una denuncia la Justicia llama al denunciado, antes de ese paso se realiza una investigación que hace que al momento de llamarse a indagatoria se tenga material recolectado sobre el que se pedirá explicaciones al involucrado.
Esto es lo que ocurrió con Osvaldo Cáffaro, la Justicia tras realizar una investigación lo citó a indagatoria para que diera explicaciones de lo que hizo porque sospecha que cometió un delito. Y como si esto fuera poco, gremios locales lo acusan de cometer otro, puesto que ATE afirma que los trabajadores municipales recibieron presiones para “acompañar al Intendente a la Fiscalía de Campana, caso contrario habrá recortes y cortes de cabeza”.
En este sentido, lo que debería ser un acto vergonzante, el tener que explicar que uno no es un delincuente porque hay sospechas de ello, se transformó en un show mediático en el que el Intendente pretendió tener su propio 17 de octubre. Y ya se sabe que cuando la cosa pica tarde pica más fuerte y parece ser que la peritonitis de Cáffaro le genera mucha picazón.
Se equivoca el intendente, lo importante no es su imagen con las manos entintadas por haber tenido que plasmar sus huellas digitales, lo importante, y lamentable, es que la sociedad no tenga la tranquilidad de estar gobernada por ciudadanos honorables.
Decía un viejo socialista que los socialistas son de ‘manos limpias y uñas cortas’, y hoy los zarateños no pueden tener la tranquilidad de ninguna de las tres cosas respecto a su Intendente. Ni de estar gobernados por un socialista, ni que éste tenga sus manos limpias, ni que éstas tengan las uñas cortas.
El mismo que cantaba diez años atrás ‘un minuto de silencio para Kirchner que está muerto’ (https://www.youtube.com/watch?v=Wqj4DQHK3AY) y tras la década ganada habla del compañero Néstor, es quien pretende dar clases de moralidad y saber hacer… y sin dudas que sabe hacer, el problema es sobre qué sabe.
Poco antes de morir, al escribirle a su hijo, Leandro Alem le decía ‘Te doy un beso en la frente para que la conserves pura. Esa es tu herencia’.
Según sospecha la Justicia, a Osvaldo Cáffaro no lo besaron como herencia ni conservó pura su frente, el tiempo dirá si se equivocó o no.
Algo parecido, en una charla de generación a generación, me dijo mi abuelo. El pelado me decía que no me dejaba nada material como herencia, sólo un apellido limpio con el que poder ir por la calle con la frente en alto. Tengo la conciencia tranquila de estar manteniendo su forma de ser, ¿usted, Intendente Cáffaro, puede caminar con la frente en alto?
* Licenciado en Ciencia Política | [email protected] | @eduardorivas07