Por Daniel Armando Vogel – Hola, buen día y feliz domingo a todos. Es una hermosa mañana para disfrutar de este tercer domingo de abril, aunque durante el horario del superclásico, podríamos experimentar lluvia en la ciudad.
George Eliot reflexionó: “Quien nunca tuvo almohada, no la echa de menos”, una frase que creo, resulta pertinente mencionar hoy.
Como mencioné, esta tarde tendremos un nuevo superclásico del fútbol argentino en el estadio Mario Kempes, en Córdoba. El asunto de la almohada, lo traigo a colación con la felicidad del presidente actual de la AFA, debido a que, después de varios años, se jugará un River-Boca con hinchadas de ambos equipos.
Por supuesto, si nunca hubiéramos tenido una almohada, como dice George Eliot, no la extrañaríamos. Tampoco añoraríamos un partido con simpatizantes e hinchas de ambos equipos, si nunca antes, lo hubiéramos experimentado.
Lamentablemente, el ser humano añora y valora aquello que ha perdido. En nuestra sociedad profundamente alterada, violenta e intolerante, hemos perdido el ambiente festivo que el mundo admiraba en un superclásico del fútbol argentino.
Hoy celebramos este pequeño gran logro, y es positivo que, después de seis años, se dispute nuevamente un partido de tal envergadura con las hinchadas de ambos equipos. Esperemos saber cuidar la oportunidad (la almohada) y no perderla de nuevo.
En definitiva, sea cual sea el equipo ganador, lo importante es la sociabilización de los aficionados que hoy estarán en el estadio, apasionadamente apoyando a su equipo. Que sera simplemente un partido de fútbol y no se convierta en un conflicto social.
En el contexto de crisis social, Argentina enfrenta un momento complicado en su economía, y es cierto que el gobierno nacional ha tenido aciertos, pero también tuvo que retroceder en ciertas políticas, por ejemplo, como los incrementos en los costos de la salud prepaga.
Aunque considero en lo personal que esta política podría ser inmoral para deshacerse del gran cupo de los ancianos adheridos al sistema, quienes son los que más recursos consumen, debido a que en estos meses muchos tuvieron que renunciar a su cobertura por no poder costearla, el gobierno retrocedió en la libertad otorgada de incrementar precios y ahora, busca prohibir o regular la situación descontrolada con las obras sociales, o más bien, con las prepagas.
¿Sucederá algo similar en costos con artículos como alimentos, medicamentos, ropa y otros ítems que se ajustaron pensando en un dólar a 1400 o 1500, cuando hoy la moneda estadounidense está por debajo de los 1000 pesos?
¿Los costos se retrotraerán a diciembre, tal como se está exigiendo a las empresas de medicina prepaga?
Existen situaciones bastante plausibles en las que el gobierno está tomando control de cajas y de áreas descontroladas. Considerando que el ser humano es bueno, pero es mejor si se le controla, sería prudente también prestar atención a estos sectores para prevenir la crisis social que se avecina en nuestro país.
Que tengas un buen domingo y que gane, el mejor.
Al que le quepa el sayo…
