Recetas saludables, rendidoras y accesibles, platos para celíacos, tips de nutrición y una guía sobre alimentación desde la lactancia hasta la adolescencia forman parte de “Comer contentos”, el último libro de la nutricionista Daniela Lopilato.
“Cuando uno habla de nutrición y alimentarse saludablemente la gente piensa en dietas, sufrimiento, morirse de hambre. Nadie piensa en comer contentos, pero sí se puede comer contento”, asegura la profesional en una entrevista con DIB, en la que cuenta cómo enseñar a comer a los niños (el 40% sufre de sobrepeso y obesidad) y alienta a invertir tiempo en cocinar para comer sano sin perder el buen humor.
¿Se necesita más dinero para comer sano?
Para mí no es tan así. Si comer sano significa comer productos orgánicos, como aceite de coco y harina de almendras, sí porque son carísimos. Es como en todo, se necesita educación porque crisis económicas hubo siempre en Argentina, sin embargo ahora hay familias de clase media que le mandan a sus hijos salchichas con arroz al colegio. Ahí hablamos de organización, de que las mamás ya no cocinan tanto como antes, o los dos padres tienen que salir a trabajar. Pero siempre hay un día de la semana para organizar la heladera y para pensar qué alimentos saludables necesitás sin que te salga tan caro.
¿Cuáles son los alimentos más perjudiciales que se consumen hoy?
Nuggets, salchichas, todo lo procesado. Los alimentos naturales ya prácticamente no se hacen, aunque no lleve más tiempo cocinarlos que los otros. Se perdió la organización, el prender el horno, preparar la comida el día anterior.
¿Qué alimentos básicos hay que tener siempre?
Las frutas y verduras que están de oferta hay que comprarlas. Hay que tener lácteos, (yogurt, queso, leche) que hoy están caros, pero hay muchas marcas accesibles que son buenas en su perfil nutricional. Y también huevos y cereales, que no son sólo los del desayuno, es también arroz, soja, legumbres (porotos, garbanzos, lentejas).
En la cuenta de Instagram @daniela_lopilato y también en “Comer contentos”, la autora habla desde su doble experiencia como nutricionista y mamá. Lopilato, que vio cocinar a su madre cuando era una niña, hoy prepara platos elaborados o improvisados para sus hijos de 15 y 6 años, que festejan cada vez que hay “colchón de arvejas”. “Es muy simple de hacer y además es súper nutritivo: tiene huevo y queso, eso lo combinás con algunos vegetales y ya está”, explica y sigue: “Milanesas con puré pueden comer cuando quieran, cuando salen a comer afuera, en eventos. En esos momentos comemos las cosas que tienen más azúcar o grasa, yo no les prohíbo nada”.
¿Cómo se hace para evitar la culpa?
La culpa aparece cuando vivís en constante restricción, haciendo esas dietas locas con nutricionistas que siguen dando dos fetas de queso y una ensalada verde. Cuando uno vive tanto en restricción, cuando tiene enfrente una pizza no se come dos porciones, se come media pizza o una entera. La culpa, la frustración, vienen por ese círculo vicioso de las dietas. Pero las dietas tienen un inicio y un final. En realidad hay que cambiar hábitos y sostenerlos en el tiempo. Si me dicen que tengo que comer tres frutas por día, puedo probar primero incorporando una. Lo mismo si me cuesta tomar agua o ir al gimnasio, son cosas que hay que incorporar de a una porque no se puede incorporar todo y cambiar todo de una. Es una educación que empieza desde la niñez.
¿Es una época pico de consultas en el año?
Sí, aunque hoy con la incertidumbre que se está viviendo la gente resigna el no verse tan bien. Yo en lo que hago hincapié es en el tema de la salud. A veces me dicen “yo soy una gordita feliz” y está bien si te sentís contenta con kilos de más, pero el tema es el sobrepeso y la obesidad. No es bueno hacer apología de eso. Como en todo, no hay que irse a los extremos, porque también están los trastornos de alimentación, como la bulimia, la anorexia y ahora la ortorexia, que es la obsesión por lo saludable. Empiezan a excluir alimentos hasta que en un momento tienen carencias nutricionales que no hay forma de volver atrás y terminan internadas. Son casos complejos que no resuelve sólo un nutricionista.
Dietas veganas en la niñez
Daniela Lopilato está en contra de la tendencia actual de criar hijos veganos, porque la considera un peligro. “A un niño en la etapa de desarrollo y crecimiento lo tienen que dejar alimentarse adecuadamente”, sostiene la nutricionista y asegura que “hay nutrientes que los chicos tienen que incorporar, porque ser vegano implica un cambio completo en la alimentación, no es sólo comer más frutas y verduras. Te tienen que enseñar”. Su recomendación es esperar hasta la adolescencia para que ellos mismos puedan decidir y en caso de que quieran ser veganos o vegetarianos, acompañarlos a un nutricionista para que aprendan a alimentarse sin tener carencias nutricionales.
(DIB) - Daniela Gian