Ayer fue el Día de la Ganadería Argentina, EL DEBATE conversó con Fernando Boracchia, vicepresidente de la Sociedad Rural de nuestra región, para conocer acerca de la realidad de un sector que por años estuvo en retroceso, teniendo en cuenta que la región del Mercosur, incrementa año tras año las cabezas de ganado. Así estamos hoy en nuestro país.
Boracchia arrancó tomando nota sobre el estado actual de la ganadería en nuestro país: “Evidentemente está en recuperación, nosotros perdimos 10 millones de cabezas en los últimos años y por consiguiente todo el stock vacuno; ahora se está incrementando, el año pasado aumentó entre 800 y 900 cabezas. Todo parecería indicar que tendremos un aumento paulatino, rondando las 54 millones de cabezas. Siempre la ganadería es una actividad que uno, con sus propias entidades, trata de fomentar ya que es tomadora de mano de obra y todos los servicios conexos que posee”.
Retrotrayéndose en el tiempo, destacó: “Hemos tenido 70 millones de cabezas y 48 millones de ganado lanar, teniendo hoy 10 millones” y afirmó: “En principio, creo que las principales condiciones que sufrieron cambios para esta recuperación fueron la quita de retenciones y trabas a las exportaciones, la apertura de mercados y fundamentalmente la rentabilidad”.
En base a la capacidad que puede llegar a tener Argentina, Boracchia apuntó: “Calcularla es muy difícil ya que existen varias técnicas, no es como antes con estancias y la ganadería extensiva. El mundo cada vez se puebla más, esta población requiere de proteína animal (pollo, vaca, cerdo, pescado, carne ovina). Cada año, en China, el equivalente a una población de Argentina (40 millones de personas) por el empuje económico de China, pasan a tener un mejor estándar de vida.
Esas 40 millones de personas -estando esto comprobado científicamente- antes de comprarse un jean o un TV nuevo, lo primero que hacen es pasar del consumo de arroz a proteína animal (chuleta, bife o guiso con carne). Ese impacto que trae la demanda es un fenomenal aliciente para los mercados. Argentina tiene dos mercados: un mercado masivo que compite con Brasil y otro de alta calidad que compite con Uruguay. Hay para todos: el tema es no abandonar los mercados, no defraudar a nuestros compradores y abastecerlos como corresponde en tiempo y forma”.
Respecto a si nuestro ganado está o no libre de aftosa, señaló: “Está libre con vacunación, y también de vaca loca (es muy importante, siendo una enfermedad que se transmite y la tienen los grandes países como EEUU). Nosotros, afortunadamente y gracias a una actividad responsable del SENASA, la hemos podido controlar”.
Para finalizar, dio su visión sobre la posible inserción de nuevos mercados y el beneficio que traería al mercado ganadero: “En las relaciones comerciales, hay mucha afinidad y relación personal. Si uno le da la espalda a un cliente o al mundo (siendo un país), no va a querer comprar. Esto es, hoy en día, bastante complejo porque los que compran también quieren vender. Nuestra ventaja es la producción de algo que producen sólo entre 8 y 10 países del mundo: alimentos en cantidad y calidad para exportar. Lo mejor es tener buenas relaciones y buenos contactos para la ampliación de mercados. Hay muy buena línea de crédito de los bancos oficiales (Provincia, Nación y La Pampa); la ganadería aún no explotó -en el buen sentido- en la Argentina como lo fue la agricultura, que tuvo un boom productivo y tecnológico impresionante en los últimos 20 años, siendo la ganadería más lenta y pausada”.
