Día del Periodista: cuando la Pluralidad pareciera ser mala palabra

Por Mariano Ruiz* – Desde hace 13 años, en Campana Noticias creemos que la verdad está en cada una de las voces que relata la realidad. Y la censura, reside en cada intento por monopolizar la palabra. Este 7 de Junio, deseamos respeto, por sobre todas las cosas. Tolerancia al disenso en la pluralidad; transparencia en la distribución de la pauta oficial; apoyo al sostenimiento de la ética y el profesionalismo; reconocimiento de la trayectoria y enaltecimiento de los valores.

Reflexiones en el Día del Periodista.

Este 7 de Junio, sin dudas, es muy distinto a los últimos. Periodistas y comunicadores tenemos la posibilidad de encontrarnos de manera presencial, y así celebrar nuestro día. Algo que, en lo personal, emociona. Ha pasado mucho en los últimos dos años, y la pandemia transformó muchas cosas. Algunas para bien… y otras, no tanto.

Durante el tiempo de restricciones más duras, el periodismo cumplió un rol central en la divulgación de información referida a este nuevo virus: el COVID-19. Ante la incertidumbre y el temor generalizado por lo desconocido, se trabajó intensamente en el tratamiento periodístico de la pandemia, con un denodado esfuerzo por parte de todo el equipo y asumiendo una gran responsabilidad. Pero la actividad también sufría las consecuencias de la parálisis económica. Los medios de comunicación donde se desempeñan los periodistas, se sostienen mayormente gracias al aporte de sus sponsors comerciales. Esos mismos que sin poder abrir sus puertas y desarrollar su actividad, debieron retirarse del mercado publicitario.

En este contexto, la distribución de la pauta oficial en Campana quedó en evidencia y lejos estuvo de salir al auxilio de los medios de comunicación afectados por la caída de la pauta privada. Muy por el contrario, se convirtió en un recurso de uso discrecional y político; de presión y condicionamiento; atacando la independencia mediática (que paradójicamente, existe siempre que haya independencia económica), y censurando la pluralidad de voces.

Algunos resistieron a las nuevas imposiciones, pagando el precio de su “desobediencia”, con una reducción de la pauta oficial municipal, a cero pesos. Bajo este contexto, otros medios aceptaron sin más remedio, ante el riesgo de desaparecer. Varios, incluso, desaparecieron. Finalmente, también estuvieron los que se beneficiaron con esta situación: los millones de pesos destinados a proyectos puntuales, prácticamente sin personal y/o vinculados directamente con integrantes del Municipio, se engrosaron considerablemente a causa de un recorte “guillotinezco”.

Los medios más tradicionales de nuestra Ciudad, aquellos cuyos responsables ponen la cara y dan credibilidad a cada noticia, también son víctimas del destrato, la desconsideración y la falta de reconocimiento a las trayectorias, hechos que se evidencian en lo laboral de cada día: son marginados de la información oficial (y pública); funcionarios impedidos de hacer declaraciones ante micrófonos que consideran “no afines”; y también, por supuesto, en lo económico. Los más de 10 millones de pesos gastados por la presidencia del Concejo Deliberante en 2021, únicamente en “redes sociales”, son una muestra cabal de ello. Dichos recursos, hubiesen sido de mucha utilidad para el sostenimiento de los trabajadores de los medios de nuestra Ciudad. Es decir, también vecinos de Campana.

Paradójicamente, tamaña “inversión” pagada por la ciudadanía suele generar un daño mayor que el propiamente económico: también alimentan fuentes “des-informativas”, cunas de noticias falsas, promotores de odio y directores de pensamiento. Difusores de una misma voz, siempre la misma, vulnerando la capacidad crítica de aquellos que son parte de la “opinión pública”, a quienes por la fuerza y muchas veces sin que se den cuenta, les dicen qué opinar.

Sin organismos ni instituciones que nucleen ni defiendan activamente estas situaciones, el periodismo y la prensa atraviesan una situación de desprotección y avasallamiento permanente. La convivencia entre los comunicadores y la política es obligada, pero siempre con un fin claro y en base al respeto y la valoración de la tarea de quienes asumimos el rol de ser el vínculo con la comunidad.

Por eso, este Día del Periodista deseamos algo más que buenos augurios y lapiceras. Respeto, por sobre todas las cosas. Tolerancia al disenso en la pluralidad; transparencia en la distribución de la pauta oficial; apoyo al sostenimiento de la ética y el profesionalismo; reconocimiento a la trayectoria, y enaltecimiento de los valores.

Finalmente, a nuestros colegas identificados con estas ideas, nuestro mejor deseo en este día. El recuerdo para quienes nos dejaron físicamente en el último tiempo, y el agradecimiento para aquellos que a diario nos leen, nos apoyan, nos elogian y nos critican. Todas opciones válidas para una vida en Democracia, donde para algunos lo importante es que los voten cada tanto, mientras que nosotros trabajamos para que nos elijan cada día.

  • * Director Periodístico en Campana Noticias