La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han difundido la iniciativa de concientizar sobre el uso de tabaco, instituyendo el día mundial sin tabaco (31 de mayo 2022) y difundiendo datos relevantes sobre el consumo del mismo que resumimos a continuación. La Academia Nacional de Medicina también expresa su postura en el comunicado al que hacemos referencia en esta nota.

El uso de tabaco, ya sea como cigarrillos, cigarros u otras formas de consumo se asocia a un importante impacto negativo sobre la salud humana, causando la muerte de mas de 8 millones de personas todos los años (7 millones de fumadores activos y mas de 1 millón de no fumadores, afectados por el humo de segunda y tercera mano).

En el mundo hay 1300 millones de consumidores de tabaco.

El tabaco contiene mas de 7000 sustancias químicas, de las cuales al menos 70 están asociadas al desarrollo de cáncer.

El uso de tabaco se asocia al aumento de riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias, cáncer, diabetes e hipertensión, así como efectos negativos sobre el embarazo.

La mortalidad atribuible al consumo de tabaco representa el 15% de las muertes por enfermedades cardiovasculares, el 24% por cáncer y el 45% por enfermedades crónicas respiratorias.

El tabaco es el único producto de consumo legal que mata hasta a la mitad de los fumadores que lo utilizan habitualmente.

La esperanza de vida de los fumadores es al menos 10 años menor que la de los no fumadores.

El tratamiento de las enfermedades debidas al tabaco, en el año 2012 insumió 422 billones de dólares que representaron el 5.7% de los gastos de salud a nivel mundial.

El uso de tabaco tiene un enorme costo económico, ya que además de los gastos en salud, produce una gran pérdida de productividad en el año 2012 fue el equivalente a 1436 billones, es decir, el 1.8 del PBI mundial.

La distribución de estos gastos, impresionantes en su magnitud, correspondió al 40% en los países en desarrollo.

Los efectos nocivos del tabaco no son solo en quienes lo utilizan directamente, “humo de primera mano”, ya que en los lugares públicos o de trabajo y el domicilio, quienes están presentes, al respirar el aire, si en estos lugares se fuma, también tienen el efecto pernicioso sobre la salud denominado: “humo de segunda mano”.

Existe otro efecto negativo que es el denominado “humo de tercera mano” que se debe a los residuos del humo de tabaco y sus constituyentes químicos, que permanecen en las superficies y el polvo si en dicho ambiente se ha fumado.

Estas sustancias contaminan las superficies y el ambiente y reaccionan con los oxidantes y otros componentes existentes a ese nivel llevando a polución secundaria.

Esta contaminación resulta en un costo significativo para poder removerla y puede dañar la salud en el hogar, especialmente a los niños.

Los niños en edad escolar, expuestos a “humo de segunda y tercera mano” pueden estar sometidos a los efectos de estas sustancias que serían responsables del aumento del asma, debido a la inflamación causada por dicha exposición.

Los niños y adolescentes que utilizan cigarrillos electrónicos tiene al menos el doble de probabilidades de fumar cigarrillos en el transcurso de su vida.

Resulta claro el impacto negativo que tiene el tabaco sobre la salud. Por ello, es importante que el Congreso Nacional ratifique el convenio marco de la OMS para el control del tabaco (CMCT), que desde hace 20 años se demora en realizarlo.