Según la Fundación Mediterránea, los precios en dólares son más caros en productos de cadenas de comida rápida, de supermercados y también los habitualmente comprados por internet.
Después de las fluctuaciones de julio y agosto, la cotización de la divisa estadounidense en términos de pesos se terminó ubicando un 8 % por encima del promedio de junio y la Argentina se encareció.
“En este nuevo andarivel, de todos modos, los precios en dólares de la Argentina resultan más caros que los de Londres en productos de cadenas de comida rápida, de supermercados y también los habitualmente comprados por internet. Con París, en cambio, los resultados son mixtos”, indicó el economista Gustavo Reyes del instituto IERAL de la Fundación Mediterránea.
Señaló que “la canasta ad-hoc de los tres tipos distintos de bienes comparados refleja que la Argentina resulta un 43 % más cara que Londres, brecha que se acota a un 3 % cuando la referencia es París”.
En realidad, y de acuerdo al efecto Balassa-Samuelson, al ajustarse los valores por las diferencias de productividad, los precios en nuestro país deberían ser un 27 % más baratos en dólares, considerando en este caso artículos totalmente homogéneos (el Big Mac)”, añadió.
Expresó que “entre los factores que determinan la brecha de precios existente se destaca la influencia que tiene sobre el tipo de cambio el financiamiento externo del abultado déficit fiscal, fenómeno reforzado por la lucha contra la inflación, que conlleva elevadas tasas de interés”.
A esto se suman el bajo nivel de apertura en términos comerciales que tiene la Argentina y la elevada carga tributaria vigente, dijo al considerar que “son todos temas que deberían ser incluidos en la agenda post-electoral”.
La comparación de precios entre países nunca resulta sencilla ya que debe realizarse entre productos completamente homogéneos, con economías de similar productividad y obviamente lo que se compare, debe estar valuado en la misma moneda.
Por esta última razón, el valor del dólar siempre resulta clave a la hora de determinar si la Argentina está cara o barata con respecto a otros países.
Se utilizan solamente productos de marcas internacionales que resultan totalmente homogéneos y de esta forma, en la muestra se excluyen muchos servicios y productos que también pueden ser muy importantes a la hora de considerar el costo de vida en una economía pero que en la práctica resultan muy difícil de ser comparados por las diferencia de calidad de los mismos, como educación, salud, cuidado personal, transporte, entretenimiento, entre otros.
Buenos Aires, NA.