Una jornada para concientizar, prevenir y garantizar el acceso al diagnóstico y tratamiento de las hepatitis virales. Las hepatitis virales son infecciones que afectan al hígado y están causadas por distintos tipos de virus: A, B, C, D y E. Cada uno tiene características propias en cuanto a transmisión, síntomas y gravedad. En muchos casos, estas enfermedades no presentan síntomas visibles, lo que dificulta su detección temprana y aumenta el riesgo de complicaciones como cirrosis o cáncer de hígado.

La prevención es posible y accesible. Existen vacunas seguras y efectivas contra la hepatitis A y B. Además, prácticas como el sexo seguro, el uso de jeringas estériles, la correcta higiene de manos y la cocción adecuada de alimentos son fundamentales para evitar la transmisión de los virus. La hepatitis E, por ejemplo, suele transmitirse por alimentos mal cocidos, especialmente mariscos y carne de cerdo.

El diagnóstico temprano es clave. Se recomienda que todas las personas mayores de 45 años se realicen al menos una vez el test de hepatitis B y C, especialmente si han tenido relaciones sexuales sin protección o contacto con sangre de otra persona. El tratamiento oportuno puede evitar complicaciones graves y mejorar significativamente la calidad de vida.

¿Qué podemos hacer?

  • Informarnos y compartir información confiable sobre prevención, síntomas y tratamiento
  • Vacunarnos contra la hepatitis A y B
  • Practicar sexo seguro y no compartir jeringas
  • Mantener una correcta higiene de manos y cocinar bien los alimentos
  • Realizarse el test de hepatitis si se tienen factores de riesgo o nunca se lo hizo
  • Buscar tratamiento inmediato en caso de diagnóstico positivo

Este 28 de julio, sumate a la campaña global para aumentar la conciencia, promover la prevención y garantizar el acceso a diagnóstico y tratamiento. Las hepatitis virales se pueden prevenir, detectar y tratar. Juntos, podemos hacer la diferencia.