
Pese a la alerta, el fuego está controlado en un 90% en el frente de Vila de Rei, el más importante de los registrados el fin de semana.
“Tenemos un día muy difícil por delante”, han advertido las autoridades portuguesas de Protección Civil, que alerten sobre el riesgo de que el calor y el viento compliquen las tareas de extinción de los incendios que castigan el centro del país.
La amenaza afecta sobretodo a los distritos de Castelo Branco y Santarém, donde se esperan temperaturas próximas a los 40 grados, vientos y baja humedad.
Las llamas superaron un perímetro de 50 kilómetros y 800 efectivos participaron en las labores de extinción del fuego, que se extendió a Mação y arrasó más de 3000 hectáreas.
La policía portuguesa investiga las causas de los incendios y ha detenido a un hombre de 55 años sospechoso de iniciar un fuego cerca de la ciudad de Castelo Branco.
Fuente: RTVE (España)








