El cambio climático hará más lentos los viajes en avión

Los vientos que ayudan a que los vuelos sean más rápidos serán alterados en las próximas décadas.

Si se vuela de Europa a América el pasajero habrá percibido que el vuelo de ida es más largo que el de vuelta. La primera conclusión es que se debe al movimiento de rotación de la Tierra. Es cierto, pero no esta no es la única razón.

Un viaje de Madrid a Nueva York demora poco más de ocho horas, pero el regreso se realiza en siete horas y media. Esto se debe, en parte, a que a la ida acompaña a la rotación de la Tierra (casi como la paradoja de Zenón y la tortuga), y a la vuelta lo hace en el sentido contrario.

Las autopistas del aire

En el hemisferio norte la corriente viaja sobre las latitudes medias y norteñas de Norteamérica, Europa y Asia, y sus correspondientes masas de agua, mientras que en el hemisferio sur la corriente polar se sitúa la mayor parte del año sobre la Antártida.

También existe una quinta corriente en chorro, la ecuatorial, que se desplaza de este a oeste.


Estas corrientes se generan por la combinación del movimiento de rotación y el calentamiento de la atmósfera. Las velocidades de los vientos pueden variar según las diferencias de temperatura, pero no es extraño que pueda superar los 90 kilómetros por hora. Inclusive se registraron ráfagas que rozaron los 400 kilómetros por hora.


Alteraciones por el cambio climático

Un estudio de la Universidad de Reading alertó que este fenómeno está alterando las fuerzas de las corrientes de chorro. Eso lleva a que los vientos que provienen del oeste sean hasta un 15% más rápidos, pero los que llegan desde el este tengan una menor intensidad. Por ello, los vuelos que salgan desde Europa serán 5,18 minutos más lentos, mientras que los que lleguen desde Norteamérica reducirán su tiempo de viaje en cuatro minutos.


 

Según el científico Paul Williams, que lideró esta investigación, esta alteración causará un mayor gasto de combustible, con el lógico aumento del precio de los billetes. No hay que buscar muy lejos a los culpables: las emisiones de gases invernadero de la aviación subió un 87% entre 1990 y 2006.


Fuente: Proyecto Geo