Los especialistas de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (AAEEH) hicieron un llamado para que se ponga el foco en el consumo excesivo de alcohol, que conforma la tercera causa de muerte prematura y discapacidad a nivel mundial.
Pero no sólo eso, no es necesario ingerir cantidades exorbitantes de estas bebidas para que progresivamente vaya produciéndose daño en el organismo.
En el marco del Simposio Internacional de Enfermedad Hepática Alcohólica, realizado del 21 al 22 de junio, los especialistas alertaron sobre distintas condiciones que afectan principalmente al hígado, sistema nervioso central y periférico y al cardiovascular, además de incrementar el riesgo de enfermedades psiquiátricas, disfunción sexual y cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, hígado, colon, recto y mama.
“Decidimos poner el foco en este problema, ya que el consumo de alcohol está avalado por las costumbres sociales, pero muchas veces la comunidad ignora todo lo que puede desencadenar”, expresó Raúl Adrover, médico hepatólogo, miembro de la Comisión Directiva de la AAEEH.
La elección de este tema como eje central del Simposio radicó en la necesidad de instalar la problemática entre los especialistas y en la comunidad.
ESTUDIO RECIENTE
La Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) llevó adelante recientemente un relevamiento en la cual se compararon resultados de 2010 con los de 2017 y se vio no sólo un aumento significativo en el consumo, sino también el abuso de alcohol en ambos géneros (22,5% en varones y 9% en mujeres). La encuesta fue respondida por 20.658 individuos de entre 12 y 65 años distribuidos entre las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires.
“Sobre la base de estos resultados, se estimó que en el último año surgieron 2.299.598 nuevos consumidores de alcohol, de los cuales 319.994 son preadolescentes y adolescentes. Además, 1 de cada 3 niños y adolescentes (34%) bebió alcohol alguna vez y 1 de cada 2 lo hizo de manera abusiva”, continuó Adrover.
ENFERMEDAD HEPÁTICA
La enfermedad hepática alcohólica (EHA) es un conjunto de condiciones del hígado generadas por el exceso de consumo de alcohol. La presentación clínica puede variar dependiendo de factores como la cantidad de alcohol, el tiempo durante el que se bebió y la susceptibilidad de cada individuo. Puede afectar a personas de cualquier edad y de ambos géneros. Sin embargo, se registró que la mujer es más susceptible a desarrollar EHA a menores cantidades de consumo.
Quienes consumen en forma sostenida durante una década pueden desarrollar cirrosis alcohólica. Como referencia, una botella de vino contiene entre 80 y 90 gramos.
“Es fundamental tener en cuenta que, por lo general, la EHA solamente presenta síntomas cuando ya está muy avanzada, por lo que la única manera de detectarla en estadios iniciales suele ser a partir de una alteración bioquímica del hepatograma en un análisis de sangre o al hallar hígado graso en una ecografía de hígado. Si se encuentra alguno de estos indicadores, sumado al interrogatorio del paciente sobre sus hábitos, se puede arribar al diagnóstico”, apuntó Adrover.
Es frecuente que las personas realicen una primera consulta con el especialista cuando su enfermedad ya está avanzada y ha llegado al estadio de cirrosis, lo que puede implicar la presencia de complicaciones como hemorragia digestiva causada por várices esofágicas, líquido en el abdomen, encefalopatía hepática o cáncer de hígado.
Fuente: DIB