El rechazado veneno con glifosato vuelve a enfrentar a la justicia estadounidense, 6 meses después de que un jardinero ganara por primera vez un juicio acusando al químico de causar cáncer.
Roundup, marca propiedad del gigante químico y farmacéutico alemán Bayer, tras haber comprado a la estadounidense Monsanto el año pasado, contiene glifosato, considerado cancerígeno desde hace años por ecologistas y otros críticos. El glifosato es utilizado en herbicidas fabricados por varias compañías y actualmente es el más usado en todo el mundo.
En agosto del año pasado, los jurados de un tribunal de California determinaron de manera unánime que Monsanto actuó con “malicia” y sus herbicidas Roundup y Ranger Pro contribuyeron “sustancialmente” al desarrollo de la enfermedad terminal de Dewayne “Lee” Johnson.
Ahora otro californiano, Edwin Hardeman, acusa a Roundup de contribuir a su cáncer, un linfoma no Hodgkin, el mismo que sufre Johnson. Hardeman, del condado de Sonoma, en el norte de San Francisco, dice que utilizó Roundup ampliamente en su propiedad desde los años 80 hasta 2012, según sus abogados.
La información que Monsanto otorgó o comunicó “no contenía las advertencias o previsiones adecuadas que le hubieran permitido al señor Hardeman, y otros individuos en situación similar utilizar el producto de manera segura y con la protección adecuada”, apuntaron los abogados del demandante. En cambio, la compañía “distribuyó información imprecisa, falsa y engañosa”, añadieron.
Monsanto, que vende Roundup en todo el mundo desde hace más de 40 años, mantiene que sus productos no son peligrosos si se siguen las instrucciones de uso y argumenta que esto fue probado por cientos de estudios científicos.
Fuente: AFP