Beber en exceso durante los años de la adolescencia y juventud, en el umbral de la edad adulta, no sólo entraña los riesgos de todos conocidos, sino que además puede reducir de forma relevante el nivel de crecimiento del cerebro.
La investigación, dirigida por Christopher Kroenke y Tatiana Shnitko, del Centro Nacional de Investigación de Primates de Oregón, en Estados Unidos, fue llevada a cabo con ejemplares jóvenes de macacos rhesus. Según escriben en el estudio sus autores, ”la intoxicación crónica de alcohol frenó el índice de crecimiento del cerebro, la materia blanca cerebral y el tálamo subcortical”.
Para comprobarlo, midieron el crecimiento del órgano analizando imágenes de resonancia magnética de 71 macacos rhesus que habían consumido etanol o bebidas alcohólicas. Los científicos midieron con precisión la dosis ingerida, la dieta que seguían, los horarios diarios y la atención médica, para descartar otros factores que podrían llevar a confundir los resultados en estudios con seres humanos.
Los hallazgos de la investigación contribuyen a respaldar trabajos anteriores sobre los efectos del consumo de alcohol en el desarrollo del cerebro.
El nuevo estudio estipuló que el crecimiento cerebral normal es de un mililitro por 1,87 años en macacos rhesus en la adolescencia tardía y los primeros años de la edad adulta; además reveló una disminución en el volumen de distintas áreas del cerebro debido al consumo voluntario de etanol.
La autora principal de la investigación, Tatiana Shnitko, profesora asistente de investigación en la División de Neurociencias en el centro de primates, explica que las investigaciones anteriores han demostrado que el cerebro tiene capacidad para recuperarse, al menos en parte, después del cese de la ingesta de alcohol, pero no está claro si habrá efectos a largo plazo en las funciones mentales cuando el cerebro adolescente y adulto finalice su fase de crecimiento.
Fuente: Muy Interesante