El fundador de Huawei admite que la compañía se encuentra en un momento de “vida o muerte”

El empresario ha instado a sus trabajadores a formar “escuadrones de comando” para crear nuevos proyectos y así evitar una reducción del sueldo o el despido.

El fundador de Huawei, Ren Zhengfei, ha advertido este lunes a través de un comunicado interno que la compañía se encuentra en un “momento de vida o muerte” y ha instado a los empleados que estén con poca carga laboral que formen “escuadrones de comando” para explorar nuevos proyectos. Los trabajadores que fracasen en su comitiva recibirán recortes salariales cada pocos meses y pueden incluso perder sus empleos, ha afirmado el multimillonario.

Desde mayo, Huawei ha ocupado la incómoda posición de encontrarse en la lista negra de Estados Unidos —Entity List—, que le impide comerciar con proveedores estadounidenses. Pese a recibir moratorias de 90 días, la última anunciada este lunes, la incertidumbre causada por las sanciones estadounidenses ya le ha costado mucho a la compañía. Incluso si Huawei finalmente se salva de la entrada en vigor del veto, el impacto por la agitación de este verano será generalizado y doloroso.

La pérdida más inmediata de Huawei es el mercado internacional de teléfonos inteligentes. Las estimaciones internas de la compañía muestran que espera vender 60 millones de teléfonos menos en 2019 de lo que hubiera hecho sin las imposiciones estadounidenses. En 2018, Huawei aumentó sus envíos de móviles en un 34% hasta las 206 millones de unidades a nivel mundial, según datos de IDC, y en el primer trimestre de este año los envíos crecieron un 50%, mientras sus rivales Samsung y Apple registraron ventas cada vez menores. Para el segundo trimestre, parcialmente afectado por las sanciones de EE UU, se calcula que el crecimiento de Huawei descienda en un 8,3%.

Habiendo penetrado con éxito en el mercado de móviles europeo, Huawei estaba en camino de convertirse en el mayor vendedor de teléfonos del mundo. Pero la pérdida del sistema operativo Android de Google, que da el acceso a las aplicaciones de Play Store, hizo que los dispositivos Huawei fueran indeseables fuera de China.


Ren ha instado en el comunicado que los empleados que no tengan una alta utilidad deben encontrar una forma de cambiar su situación. “O forman un escuadrón de comando para explorar nuevos proyectos, en cuyo caso podrían ser promovidos si lo hacen bien, o deberán buscar otro trabajo en el mercado interno. Si fallan en encontrar su rol [dentro de la empresa], sus salarios se reducirán cada tres meses”, ha advertido.


La división de consumo es, según Huawei, su motor de crecimiento. Representando el 45% de sus ingresos el año pasado, el negocio que vende teléfonos y otros dispositivos es fundamental para la salud futura de Huawei, y ha recibido un duro golpe de reputación por todas las acusaciones y sanciones impuestas en su contra. Eso no se reparará en el corto plazo.

Además, está la pérdida de tiempo de ingeniería de software, al verse forzada la compañía a adelantar la creación de un sustituto para Android. A raíz del veto, Huawei tuvo a más de 10.000 desarrolladores trabajando en tres turnos las 24 horas del día para eliminar la necesidad del software de Google. Ha sido así como Huawei terminó apresurando su HarmonyOS este mes, solo para demostrar que puede codificar su propio sistema operativo, aunque convenció a muy pocas personas de que tiene algo parecido a una alternativa a Android.

Menos cuantificable pero aún significativa será la pérdida de talento que sufre Huawei por el empañamiento de su reputación global y el exceso de trabajo que resulta de sus esfuerzos por recuperarse. La compañía ha reducido su fuerza laboral en respuesta a sus nuevas circunstancias.

Ren escribió que las prioridades de la compañía son que los empleados realicen “acciones meritorias” y que la gerencia “promueva a los empleados sobresalientes lo antes posible e infunda sangre nueva” en la organización.

Al anunciar la nueva ampliación de la moratoria a las sanciones a Huawei, el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, afirmó que muchas compañías estadounidenses son “dependientes” de Huawei por lo que les dan 90 días más para “desvincularse”. Pero aunque esto suponga un respiro para el gigante tecnológico, su situación va a seguir siendo muy precaria, algo que ha subrayado el fundador.

Fuente:EL PAÍS