Firmó un acuerdo preliminar con el Fondo Ruso de Inversión Directa para construir una planta y ser la pata local en la fabricación de los componentes.

El laboratorio argentino Richmond será el productor local de la vacuna Sputnik V contra el Covid-19, y para tal fin avanzará con la construcción de una planta en la localidad de Pilar con un plazo mínimo de un año para tener el desarrollo en la mano.

Richmond firmó un acuerdo preliminar y de cooperación científica con el Fondo soberano Ruso de inversión y con la participación de Hetero Labs Limited, una compañía establecida en la República de la India y con quien posee una alianza estratégica hace más de 25 años.

El desarrollo debería garantizar, a mediano plazo, una provisión fluida de la vacuna creada por el Instituto Gamaleya, mientras que en el corto el Gobierno espera la llegada al país de un enorme cargamento de Sputnik V.

El proyecto contempla la construcción inmediata de una planta especializada y de alta tecnología en la zona de Pilar, donde actualmente está emplazada la planta de Richmond. Cabe recordar que a principios de mes, el presidente Alberto Fernández visitó las instalaciones y allí los directivos habían anunciado un plan de inversión de 80 millones de dólares proyectado por la firma para los próximos cinco años.

Según trascendió, se comenzará a trabajar en forma inmediata. y el plazo máximo que se puso Richmond para lograr el proyecto será de un año para tener la planta terminada. Para cumplir con los plazos y dinamizar el desarrollo Richmond deberá incorporar a sus socios estratégicos de la India para adelantar trabajo ya desarrollado por ellos, y ganar tiempo.

La vacuna Sputnik V contra el Covid-19, creada y producida por el Instituto científico Gamaleya, fue la primera en estar disponible en la Argentina. Y a nivel mundial hay problemas con la provisión de dosis, por lo que este principio de acuerdo aunque es para un mediano plazo es clave para el país.

Hasta el momento, no se sabe si las vacunas contra el coronavirus deberán repetirse cada año porque todavía no está claro cuándo dejan de ser efectivos los anticuerpos creados por las dosis. Al ser un virus nuevo, nadie pudo nunca experimentar si los anticuerpos siguen siendo efectivos un año o dos después de aplicadas las dosis.