Es uno de los grupos de pilarenses que buscan subsistir en un mercado alternativo. Se organizan a través de dos grupos de WhatsApp, uno de cambios y otro de ventas. Ropa, plantas, alimentos y otros productos.
Todos los martes y jueves la plaza Nicolás Belfiore se llena de gente que busca una alternativa para subsistir en medio de la crisis. Esos días uno de los grupos que realiza trueque y ventas coloca sus mantas con mercadería y comienza el intercambio.
Angie, una de las organizadoras, contó a El Diario que comenzaron hace un año y medio y eran apenas 10 personas, hoy son más de 400 familias las que están dentro de esa economía alternativa.
Comenzaron, como lo hicieron otros grupos en distintos barrios y localidades del distrito, a través de la aplicación WhatsApp con un grupo que se llamaba “Cambios”, modalidad conocida como trueque, la de intercambiar productos.
“Hay ropa, empanadas, tortas fritas, entre otras cosas”, contó Angie y agregó: “después hicimos el grupo “Ventas”, porque mucha gente también vende sus productos”.
La plaza está en gran parte ocupada por las mantas que tienen ropa, zapatillas, zapatos, adornos, herramientas, productos comestibles de consumo básico, películas, CDs e incluso plantas, además de quienes ofrecen comidas y bebidas.
Los inicios se dieron como una forma de subsistir y a diferencia de otros centros de trueque, en el de los martes y jueves en la estación, no se paga lugar, solo tenés que ser o sumarte al grupo de WhatsApp.
Pero además de ir a realizar las entregas e intercambios acordados a través de la aplicación de celular, la gente aprovecha el movimiento de la zona para ofrecer su mercadería.
“Yo estoy haciendo esto para poder ganarme unos pesos y poder comer”, contó Sara, aunque con algo de temor asegurando que en más de una oportunidad los echaron del lugar.
Por Trabajo
“Acá vienen con unas carpas que les da la municipalidad y no nos dejan vender a nosotros”, expresó Sara y reclamó: “yo no le hago mal a nadie, solo quiero poder ganarme mi plata para comer, si no hay trabajo y nadie nos da la posibilidad de trabajar”.
Entre las 11 y las 16, todos buscan salvar su día, algunos de los “manteros o puesteros”, como se denominan, participan también de otros trueques y grupos de redes sociales.
“Esto es lo mismo que vivimos en el final de los 90’ y el 2001”, remarcó Román mientras que miraba los productos y preguntaba si algunas prendas de vestir para chicos y grandes se vendían o solo era trueque.
“Lo veo en todos lados y la verdad que hoy como está la cosa muchas veces te salva poder comprar algo acá o también poder llevarlo y cambiarlo”, explicó y agregó: “yo tengo trabajo por día y mi señora está en un grupo que hace esto, así que vamos cambiando lo que conseguimos”.
La recorrida de El Diario entre las mantas, encontraba caras de preocupación e incluso de angustia, como la de Enrique, que lanzó: “hace pocos días que empecé, la mano está dura con el trabajo y hay que rebuscárselas, no queda otra”.
Una de las coordinadoras del grupo, contó que están divididas entre quienes llevan adelante la parte de trueque y quienes hacen ventas y dijo que muchas veces hay participación con grupos de otras localidades.
“Somos todos de distintos barrios de Pilar, Villa Verde, Peruzzotti, Agustoni, El Bosque, San alejo y a veces vamos a la feria que tienen en Villa Rosa o ellos vienen para acá”, relató Angie.
Ya son 400 las peersonas que representan a ese número de familias participan de este grupo que es apenas uno de tantos en el distrito.
EL DIARIO DE PILAR