Por Daniel Armando Vogel – Hola buen día. Buen domingo para todos. Este es el último del segundo mes del año, se terminan las vacaciones, se va despidiendo lentamente el verano y comienza el próximo domingo, el tiempo de acción propiamente dicho.
En esta jornada me gustaría compartir desde mi columna dominical, algunas reflexiones que tienen que ver con nuestra, la suya y la mía, experiencia diaria.
Arrancamos hoy el domingo de los clásicos para los futboleros, con todos los choques ya iniciados el viernes, avanzados algunos ayer sábado y hoy, con el broche de oro del superclásico, pone este día a todos los futbolistas y sus familias en un marco sin precedentes, ya que se juntaron todos los clásicos, en una misma fecha.
Algunos terminan contentos otros no tantos, y en algunos casos se reparte la felicidad con un empate. Así es el fútbol y por eso tanto nos gusta a los argentinos.
Pero hay otras variables en nuestro país que poco contentos nos ponen a unos y a otros, y tiene que ver con un mes de marzo que se avecina con preocupantes indicios de aumentos en los servicios, los colegios, la salud mientras que los sueldos van perdiendo a paso agigantado su capacidad de ponernos felices a las familias argentinas, a unas más a otras menos, diezmándoles la mesa y la calidad de vida.
Y en ese marco de aumentos y de clásicos de fútbol, vivimos muchos sorprendidos, otros no tanto, dentro de un clima político cargado de adjetivos de uno y de otro lado con un presidente verborrágico y agresivo para transmitir y defender su postura, de la que casi no se apartó ni un milímetro, de lo que dijo y prometió en campaña.
En tal sentido, somos testigos de tweet y retweet desde la presidencia de la nación y los protagonistas de las gobernaciones y de las distintas cámaras de diputados y senadores, bajando también a las localidades con los concejales.
Te voy a ofrecer en este domingo cuatro pensamientos, de esos que me aporta permanentemente mi suegro Ricardo, los que vienen impresos detrás de esas hojitas de aquellos viejos almanaques con tacos de información diaria, donde tenés que quitar la hoja cada día y detrás, tenés una reflexión o un pensamiento.
Voy a compartirte ahora cuatro. Te invito a hacer un ejercicio y que vos le pongas nombre para quién le va justo o se lo destines, según tu propio concepto e interpretación.
Va el primero: “si hayas un camino sin obstáculos, quizás no te lleve a ninguna parte” dijo, el pensador Vigil. ¿A quién crees que le cabe o quién lo suscribiría?
El segundo dice: “los fenómenos que parecen acontecimientos malos, dolorosos, desagradables, son estados transitorios de algo que está mejorando” ¿quién crees que lo firmaría?
El tercero que también como el anterior es anónimo, dice: “abre tus brazos al cambio, pero no te desprendas de tus valores”. Ponele, firma.
Y por último, el cuarto que se le adjudica a León Tolstoi quien pensó y dijo: “quien hace sufrir al prójimo se hace daño a sí mismo. Quien ayuda a otro a sí mismo se ayuda. ¿A quién se lo dedicarías?
Estimados lectores. Se termina febrero entramos en marzo, que sería un mes que se anticipa, más duro que el que dejamos.
Disfrutemos este domingo.
AL QUE LE QUEPA EL SAYO…