Por Claudio Valerio – ¡Qué previsión equivocada del hombre más importante ligado al mundo! Para él parecía absurdo, impensable, inverosímil. El Corona Vírus era para otros países, otras regiones, para ricos, personas de gran poder. Recién ahora, pudo ver cuántos de sus compatriotas tienen en Covid-19, en sus casas, en los balcones de los edificios, dentro de sus cuartos; todos claman por superar el aislamiento. Él, probablemente, no creería por no conocer la Palabra de Dios que nos asegura que “todo es posible para Dios”.
¡Estamos atravesando un nuevo desafío! Y lo que parece imposible sólo depende de nuestra fe. Estás desamparado y piensa que una pronta solución a la pandemia no se puede encontrar… ¡crea! Está infectado y no ve posibilidades de curación… ¡crea! Está sóla o solo y en estos momentos ha perdido las esperanzas de encontrar a la persona para que brinde y se brinden compañia; para ser amada? Pues, ¡crea!
Aunque todo hoy le parezca muy difícil, recuerde que nada es imposible para Dios.
No piense como aquel hombre importante. Piense como un creyente que tiene fe.
Espere con paciencia por la bendición del Señor Jesús. ¡Ella vendrá!… Si es difícil, casi inaccesible, déjelo por cuenta de Dios. Porque, ¡Todo es posible para nuestro Padre celestial!. ¡Jamás hay que desanimarse!
Que cada día vivido sea un paso más hacia su bendición.
Caminemos sosteniendo con mano firme la esperanza de que seremos victoriosos. ¡Este será su gran desafío!
