Estrés oxidativo: el desgaste celular que todos padecemos

Identificar las causas y síntomas del estrés oxidativo puede ayudar a la prevención o un posible tratamiento. Hay métodos no invasivos que benefician al organismo y disminuyen los daños.

Si bien todos lo padecemos en diferentes niveles, aparece en el organismo cuando las células presentan un mayor nivel de oxidación. Es decir, en algunas personas la oxidación se da más rápido de lo habitual, desencadenando distintas afecciones e incluso enfermedades. Los efectos del estrés oxidativo pueden percibirse más fácilmente en la piel y el cabello, pero están presentes en todo el cuerpo.

Síntomas

El estrés oxidativo afecta la actividad de las mitocondrias reduciendo nuestra energía, ya que el organismo la emplea para intentar reparar el daño. Los principales síntomas de un organismo afectado por estrés oxidativo son:


 

• Envejecimiento prematuro
• Piel menos tersa
• Arrugas
• Manchas en la piel
• Ojeras
• Cabello quebradizo
• Afección del sistema cardiovascular
• Incremento de la tensión arterial
• Insuficiencia cardíaca
• Menor resistencia al ejercicio
• Debilidad muscular
• Dolor muscular y articular
• Rigidez e inflamación
• Inestabilidad emocional
• Alteraciones y problemas en la memoria


Si bien la mayoría de estos síntomas están relacionados con el envejecimiento normal del cuerpo, es señal de alerta cuando suceden de forma prematura o marcada. Como consecuencia, el estrés oxidativo puede asociarse con algunas enfermedades: envejecimiento prematuro, ateroesclerosis, hipertensión, cataratas, asma, insuficiencia renal, diabetes, obesidad y autismo, entre otras.


Para evitar alguno de estos desenlaces, es fundamental reconocer causas y síntomas para establecer un diagnóstico a tiempo e indicar un tratamiento adecuado. Uno de los métodos no invasivos que se utilizan como tratamiento es la oxigenación hiperbárica, que actúa como regulador del estrés oxidativo.


¿Cómo funciona el tratamiento de oxigenación hiperbárica?

Puede ser indicado para obtener beneficios fisiológicos terapéuticos tanto en la prevención de diferentes patologías como tratamiento de enfermedades críticas. El paciente ingresa a una cámara hiperbárica presurizada a un mínimo de 1.4 atmósferas ATM (superior a la presión atmosférica ambiental normal de 1 atmósfera) y mediante una máscara se le administra oxígeno cercano al 100%. Este gas se transporta a la sangre, y logra alcanzar incluso los tejidos dañados.

Para obtener la máxima eficacia en el tratamiento, tanto la duración como cantidad de sesiones y periodicidad deben ser indicadas por el médico especialista.

Fuente: Ecoportal