Estudiantes adoptan modelos verdes contra la pobreza energética

En África, hay 640 millones de personas, casi el doble de la población de Estados Unidos, sin electricidad, muchas de las cuales dependen de fuentes contaminantes para la cocina, calefacción o iluminación de sus hogares.

Brian Kakembo Galabuzi, estudiante de economía de Uganda, no tiene una solución general, pero sí ayuda limpia y barata.

Galabuzi fundó la Empresa Joven del Desperdicio a la Energía (WEYE, en inglés) registrada como compañía limitada, que fabrica briquetas combustibles a partir de desperdicios agrícolas y orgánicos.

La idea se le ocurrió tras los intercambios que mantuvo en la Cumbre Internacional de Estudiantes sobre Energía, realizada en Bali, con otros estudiantes preocupados por la pobreza energética.

¿Qué es pobreza energética?

Se define como la falta de fuentes modernas adecuadas para cocinar, calefaccionar, iluminar y proveer de servicios esenciales a fábricas, escuelas, centros de salud y para la generación de ingresos.

“Creemos que los beneficios de la energía sostenible, como el ahorro de tiempo, el aire limpio, la conservación ambiental y la buena salud no es lo que los jóvenes, con altos índices de desempleo, quieren escuchar”, precisó.


“La mayoría de la población mundial está conformada por jóvenes, de los cuales la mayor parte está desempleada. Por eso diseñamos una solución basada en beneficios económicos para las mujeres y los jóvenes desempleados”, indicó Galabuzi.


 

Empresas como la de Brian sirven de modelo para poder suministrar energía a más de 600 millones de personas en África.

Fuente: IPS Noticias