Un estudio de opinión realizado en el Área Metropolitana de Buenos Aires reveló que un 41,6 por ciento de los consultados necesitó o cree necesitar atención psicológica profesional como producto del aislamiento, en tanto que se observó un crecimiento del 10 por ciento de las preocupaciones sobre la salud mental.

Una encuesta realizada por el Centro de Opinión Pública de la Secretaría de Medios y Comunicaciones de la Universidad Nacional de La Matanza reveló que, a las variables sanitarias y económicas de la cuarentena, empezaron a posicionarse dimensiones en torno a lo emocional y lo político.

Según los guarismos del estudio, realizado entre el 30 de mayo y el 1 de junio en el Area Metropolitana de Buenos Aires, el estado de ánimo general entre los encuestados cayó un 41,4 por ciento en relación al inicio del aislamiento obligatorio y se observó un crecimiento mayor al 10 por ciento de las preocupaciones sobre la salud mental propia y de los familiares.

“Hasta el momento, la principal preocupación tenía que ver con la dimensión sanitaria, específicamente con la preocupación por la salud de familiares o personas cercanas, y la dimensión económica”, indicó el consultor Manuel Zunino a la Agencia CTyS-UNLaM.

A estas variables, expresó el director del equipo, en el último relevamiento se observó un crecimiento mayor al 10 por ciento de las preocupaciones sobre la salud mental propia y de los familiares.

En la última semana, las principales sensaciones experimentadas fueron la preocupación, la incertidumbre y la ansiedad, a las cuales se suma el agotamiento, el enojo y el miedo.

En este sentido, el estudio indicó que un 41,6 por ciento de los consultados necesitó o cree necesitar atención psicológica profesional, debido a síntomas como angustia, ansiedad, tristeza, inestabilidad, sensación de soledad e intolerancia al encierro. Asimismo, un 37,6 por ciento consideró necesario visitar a familiares y/o amigos, mientras que un 18,6 por ciento expresó la necesidad de esparcimiento.

Por otra parte, según aseguró Zunino, comenzó a crecer con fuerza la variable política: “Se empieza a ver una polarización muy marcada y una aprobación de las medidas del Gobierno y del Aislamiento Social determinados por el voto de octubre: la aprobación de los votantes del Frente de Todos es casi total, pero la aprobación cae marcadamente dentro de los votantes de Juntos por el Cambio y otros espacios”.

No obstante, Zunino afirmó que la extensión del aislamiento sigue teniendo niveles muy altos de aprobación dentro de la ciudadanía y de la credibilidad del Gobierno: la extensión del aislamiento hasta el 7 de junio tiene una aprobación del 60,5 por ciento y una desaprobación del 22,5 entre las personas consultadas. “La gestión tanto del Gobierno Nacional como Provincial y de la Ciudad continúa siendo muy alta”, especificó.

La economía, un punto sensible

Más allá de las dos nuevas dimensiones, el relevamiento mostró que el aspecto económico sigue siendo un área álgida para los consultados. Un 52,5 por ciento de los entrevistados afirmó que su economía familiar no podría aguantar más de un mes en aislamiento, con más de un 10 por ciento de crecimiento en este guarismo respecto a la medición de abril.

Además, un 47,9 por ciento de los encuestados presentaron dificultades para pagar servicios desde el inicio del aislamiento y un 46,3 por ciento aseguró haber tenido que pedir dinero prestado. De estos últimos, uno de cada tres utilizó el dinero para comprar alimentos.

El universo de esta encuesta de opinión estuvo comprendido por mayores de 16 años residentes en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Técnicamente, se indica un margen de error de un 2,6 por ciento. El equipo a cargo de su realización estuvo compuesto por Manuel Zunino, Santiago Giorgetta, Francisco Martinelli, Patricia Giollo y Sebastián Zunino.